El
síndrome de sobreentrenamiento se refiere a la dolencia ocasionada por el
exceso en tiempo o intensidad de una actividad física o su incorrecta realización.
No es sencillo de diagnosticar, pues no tiene un síntoma que confirme
contundentemente que se padece, pero sí hay ciertos signos que podemos detectar
a tiempo para evitar el dolor y corregir el sobreentrenamiento.
El
sobreentrenamiento, como se ha resumido anteriormente, puede ser provocado por
el aumento desproporcionado en la intensidad de la actividad física realizada o
por un cambio brusco en el estilo de la actividad; por ejemplo, pasar de
trabajar la potencia a trabajar la resistencia sin dar tiempo a que nuestro organismo
se adapte al cambio. Está demostrado que no está vinculado con la baja forma
física y que no depende del punto de partida de la intensidad de nuestro
ejercicio, sino del aumento o cambio de este, ya que este síndrome puede
afectar tanto a atletas de élite como a personas que no realizan deporte a
nivel competitivo. Una dieta inadecuada, el estrés, la falta o mal cumplimiento
de un plan de entrenamiento o la realización de programas excesivamente largos
también pueden inducir al desarrollo del síndrome.
La
sintomatología de este síndrome es compleja, no está bien definida e incluso se
pueden dar casos de síntomas totalmente opuestos en los diferentes sujetos que
lo padecen. Así, podemos incluir, de manera muy general, la irritabilidad, la
apatía, alteraciones del sueño, pérdida de peso, disminución del rendimiento
físico (que puede hacernos reaccionar inversamente a lo recomendado en estos
casos, pues podríamos achacarlo a la falta de entrenamiento en vez de al exceso
de este, complicando aún más el problema), déficit de atención y concentración,
sensación de cansancio, pequeñas molestias o falta de coordinación en la
realización de los ejercicios que forman parte de nuestra rutina de
entrenamiento. Últimamente, se ha determinado también que el aumento agudo de
la concentración de adrenalina y serotonina podría ser otro síntoma, más
determinante, de que se padece el síndrome de sobreentrenamiento.
Dentro del síndrome de sobreentrenamiento,
distinguimos tres fases:
-
Sobreentrenamiento funcional: la
mejora deportiva es considerable, lo que puede provocar que se aumente la
rutina de ejercicios, con el consiguiente riesgo de lesión. Se dan síntomas
demasiado generales como para vincular esta fase con un problema real, como
puede ser pequeñas alteraciones en el sueño o ligeros trastornos musculares.
-
Sobreentrenamiento simpático:
suele surgir como asociación del estrés y el exceso de entrenamiento, y afecta
tanto al sistema nervioso como al hormonal, lo que puede tener consecuencias
más serias,
-
Sobreentrenamiento parasimpático:
es la fase más avanzada, en la que se produce agotamiento y tendencia a la
hipotensión, provocando que el rendimiento disminuya alarmantemente en esta
etapa.
Como consecuencias, se pueden incluir lesiones
y debilidad muscular, así como cambios hormonales, alteraciones en el humor,
depresión psicológica y problemas nutricionales que pueden causar disminución
en el apetito o diarrea.
El tratamiento de esta dolencia es a priori
sencillo: basta con suspender o al menos
reducir el entrenamiento que está causándolo, pero no debemos quedarnos ahí,
pues el tratamiento de los síntomas o efectos colaterales es igual o más
importante para evitar el riesgo de lesiones severas. Sin embargo, es
comprensible que, sobre todo en casos de atletas de élite, no se puede cortar
de raíz la realización de ejercicio, si bien es recomendable ceder en el
terreno del anaeróbico para potenciar el aeróbico. El tratamiento de la fase
psicológica de este síndrome es más complejo, pues, como se ha dicho antes, el
estrés es una de sus grandes causas. Deben aprovecharse los descansos en el
entrenamiento para trabajar esta faceta, de modo que se rebaje la carga
psicológica. El descanso y la variación en los ejercicios de entrenamiento,
para no caer en la monotonía, también son factores que pueden apoyar una pronta
recuperación.
Desde la American Physical Therapy Association
se aportan una serie de conceptos para prevenir el síndrome de
sobreentrenamiento, pues no debemos olvidar que la prevención tanto en la medicina
deportiva como en la general es lo más importante para evitar complicaciones.
Entre estos conceptos, destacan el aumento paulatino de la dificultad de los
ejercicios, para llegar al máximo de nuestra capacidad física sin forzar en
exceso nuestro organismo; el conocimiento de nuestro cuerpo, para reconocer
cuándo debemos parar; el descanso y la dieta, pilares básicos de una vida sana;
la individualización del entrenamiento, pues todos somos distintos y tenemos
distintos grados de resistencia al ejercicio; y los objetivos razonables para
evitar la frustración y el abandono prematuro de la actividad.
Alba Calzado García. 4°ESO C. Colegio San Buenaventura.
Imágenes: www.runners.com, www.training-planet.com, www.labolsadelcorredor.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario