Una clásica duda de todo comienzo de temporada es la de los nuevos papás que quieren saber cuántos años faltan para que su recién nacido pueda iniciarse en el mundo del esquí. Evidentemente, tratándose de edades tan tempranas lo primero que debe quedar claro es que todo depende del crío en cuestión. Y es que, uno de cuatro años puede estar menos desarrollado que uno de tres, por poner un ejemplo. Además, la coordinación psicomotriz juega un papel clave en el aprendizaje de los deportes de nieve y la aquisición de ésta no tiene por qué ser mayor en un niño de cinco años que en uno de cuatro.
En la más estricta de las teorías, la capacidad psicomotriz necesaria para poder mantenerse sobre los esquís se desarrolla entre los cinco y los seis años, por lo que esa sería la edad mínima a la que debería un niño comenzar su iniciación en el mundo de los deportes de nieve. Si bien, también es cierto que todos hemos visto en las estaciones algún que otro niño más pequeño de cinco años defendiéndose muy bien sobre los esquís. Al final es un tema que trata de las ganas que tengan los padres de que su hijo empiece a esquiar, pero siempre teniendo en cuenta que el esquí puede resultar muy peligroso y más aún cuánto más joven sea la persona por el asunto de la formación de los huesos.
Por lo tanto, siempre partiendo de la base de que la edad mínima recomendada son 5 ó 6 años, los padres deben tener en cuenta que cuanto más pequeño sea su hijo menos capacidad para retener los conceptos tendrá, así como una menor coordinación psicomotriz. Además, siempre es recomendable que el primer contacto del niño con la nieve sea a través de la escuela de esquí de la estación, ya que en ella conocen las técnicas idóneas para que los niños aprendan jugando.
En caso de que los padres no estén seguros de si ha llegado la edad de iniciarse a esquiar, lo que pueden hacer es una acción intermedia como llevarle a una estación y dedicarse a jugar con los trineos, hacer muñecos de nieve o, siemplemente, pasear. Esta medida les ayudará a conocer el medio y a habituarse a él usando unas botas de apreski, ya que a una edad tan temprana no es recomendable calzar a los niños unas botas tan duras como son las del esquí.
Otra cosa que se debe tener en cuenta cuando se enfrenta a un niño a un medio hostil como es el de la nieve es el de la equipación: Es básico que lleven gafas de sol, botas de apreski, orejeras, guantes, un casco y una identificación para que se le pueda localizar con facilidad en caso de que se extravíe. Además, se le debe poner crema solar con un alto nivel de protección, pues su piel no está aún hecha como la de los adultos y pueden aparecer quemaduras o la piel puede resecárseles.
¿Esquís o tabla?
La siguiente duda que surge es cuál de las dos actividades más populares (esquí y snowboard) es la más apropiada para el estreno de los peques. Lo cierto es que el equí es más sencillo de aprender para ellos. ¿por qué? Por varios motivos. El principal es que para los niños, que aún no conocen su cuerpo como los adultos, es más fácil desplazarse de frente -como lo harían con los esquís- que de lado -como harían con la tabla-. Además, con los esquís tienen una pierna para cada tabla, mientras que en el snow tienen que ir con las dos en la misma tabla, algo a lo que no están acostumbrados.