POR CARRERASPOPULARES.COM
Una cifra aplastante. 9 de cada 10 muertes súbitas en el deporte se podrían evitar haciendo un reconocimiento pre-competición a los deportistas. Así de simple. Y, sin embargo, aún sabiéndolo, ni la gran mayoría de los deportistas aficionados se ha hecho una prueba de esfuerzo o un reconocimiento completo, ni tampoco la gran mayoría de pruebas exige a los corredores que así lo hagan.
El debate está abierto, y las preguntas a resolver son muchas y diversas. ¿Determinadas pruebas más exigentes deberían obligar a los deportistas a pasar un reconocimiento para competir? ¿Deberían ser las Federaciones? ¿Por qué no lo hacemos los deportistas por propia voluntad y sí que lo haríamos si nos obligaran? ¿La sanidad puede asumir hacer cientos de miles de chequeos médicos?
El debate está abierto, y las preguntas a resolver son muchas y diversas. ¿Determinadas pruebas más exigentes deberían obligar a los deportistas a pasar un reconocimiento para competir? ¿Deberían ser las Federaciones? ¿Por qué no lo hacemos los deportistas por propia voluntad y sí que lo haríamos si nos obligaran? ¿La sanidad puede asumir hacer cientos de miles de chequeos médicos?
Las estadísticas
Desempolvemos un par de estadísticas. ¿Cuántas muertes súbitas aparecen en personas menores de 35 años? Las cifras nos dicen que, aproximadamente, la incidencia de la muerte súbita es de 1/133.000 varones/año y de 1/769.000 mujeres/año, según [ datos ] citados por Araceli Boraita, miembro del servicio de cardiología del Centro de Medicina del deporte del Consejo Superior de deportes. De ellas, aproximadamente 1 de cada 10 está relacionada con el deporte. La estadística nos dice, por tanto, que la muerte súbita en el deporte es relativamente infrecuente, pero como cada vez hay más participantes en carreras, cada vez vemos más casos. Es pura lógica.
Una solución muy simple: Italia vs. EEUU
Pongámonos a viajar. Vayamos, por ejemplo, a Estados Unidos. Entre los 25 millones de deportistas de competición que aproximadamente existen en los EE.UU, de nuevo según datos que nos expone Boraita, “se estima que ocurren de 1 a 5 casos de muerte súbita por millón y año”. Cojamos un avión y viajemos hasta Italia. ¿Qué sucede allí? Italia ha conseguido reducir en un 90% las muertes súbitas en los deportistas. Especialmente aquellas que vienen causadas por una miocardiopatía hipertrófica, que es la que se detecta con estos chequeos y la más habitual.
¿Cómo lo han conseguido? De la manera más sencilla posible. “Los italianos implementaron hace muchos años el screening obligatorio de la gente que hacía deporte a nivel intenso –nos cuenta el doctor Brugada- y no permiten que la gente que tiene miocardiopatía hipertrofia practique determinadas pruebas”. Así de tajante.
“A todos los individuos a quienes se les detecta este problema que es relativamente sencillo de diagnosticar –relata Brugada- no se les ha permitido hacer deporte en Italia y el número de muertes por hipertrofia en Italia es insignificantecomparado con el de EEUU, por ejemplo, donde no hay ninguna obligación de hacer ninguna prueba a gente que quiera hacer deporte”.
Normativa que salva vidas
La normativa italiana tiene origen en 1971. Desde entonces, existe una ley de protección médica para actividades deportivas, que obliga a sus deportistas a obtener un certificado de idoneidad previo a la competición. Con pocas cuentas que hagamos y a pesar de que haya pocos casos de muerte súbita al año, tras más de cuatro décadas, los italianos han salvado decenas de vidas gracias a esta obligatoriedad.
En muchos países del mundo, sólo se exige pasar reconocimiento médico en determinadas actividades de riesgo como el buceo, el motociclismo o el boxeo. ¿Podríamos considerar la práctica del running, trail o actividades similares como una actividad que nos pone en riesgo?O, al menos ¿se debería considerar así a partir de determinada distancia, como los maratones o ultrafondos? Es una controversia con la que federaciones, médicos y deportistas no se ponen de acuerdo.
Según palabras del cardiólogo Darío Sanmiguel publicadas en un reciente [ artículo ], “la principal causa de muerte en los corredores no es otra que las enfermedades cardiovasculares. Ello hace cuestionar si correr es saludable. Lo que es indudable es que el sedentarismo mata a más personas que aquellos que realizan ejercicio físico regular. Pero nosotros hemos sobrepasado una fina línea. Nosotros competimos, superamos nuestros propios límites y eso es peligroso”.
¿El chequeo previo debería ser obligatorio? Coste y beneficio
Según la doctora Boraita, “el reconocimiento precompetición reúne casi todos los requisitos para ser considerado de utilidad en salud pública y está sobradamente justificado teniendo en cuenta que las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de mortalidad relacionada con el ejercicio”.
Ante estas afirmaciones en las que coinciden todos los cardiólogos consultados, ¿por qué no se obliga a hacer chequeos? Según la doctora, el debate está abierto desde hace tiempo y, “esta falta de difusión” de este tipo de pruebas “es fundamentalmente debida a razones económicas basadas en la relación coste-efectividad, ya que según ciertos autores sería preciso reconocer a más de 200.000 deportistas para evitar 1 solo caso de muerte súbita”. Brugada coincide, “hay un debate sobre la relación coste/beneficio de hacerlo a toda la población”.
Pero bien, si la sanidad pública no puede asumir ese coste, planteémonos ahora por qué no optar desde el ámbito privado por obligar. Es decir, ¿deberían obligar ciertas pruebas a tener un certificado médico antes de competir?. Ya hay carreras que obligan a tenerlo, pero por el momento son una minoría. Pero ahora simplemente planteémonos, como corredores, una cifra más. ¿Cuánto dinero estaríamos dispuestos a gastar en unas zapatillas que nos ayuden a solucionar algún problema físico en nuestro pie? ¿Cuánto dinero gastamos en averiguar si nuestro corazón está sano? El debate está servido.
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