Puede que estemos acostumbrados, pero no deja de llamar
la atención la cantidad de parejas de hermanos deportistas que abundan
en nuestro espectro social: las hermanas Williams en el tenis, Paul y Marc Gasol en el baloncesto, el retirado ciclista Miguel Induráin y su hermano Pruden…
¿A qué responde este fenómeno?, ¿rivalidad familiar o casualidad?
En estos casos, la respuesta parece encontrarse en la genética. Cuando vemos dos hermanos que se parecen físicamente, la respuesta no sólo se halla en el fenotipo. También mantienen una gran identidad genética (genotipo), lo que hace que muchos hermanos estén igual de capacitados para practicar los mismos deportes.
Sabemos que el consumo de oxígeno tiene una herencia del 50%, mientras que la del tipo de fibras influye un 40%. En el caso de la herencia de la potencia muscular, esta se basa en un 70%.
Por este motivo, los hermanos que hereden una buena genética, tenderán a practicar los mismos deportes para los que están cualificados. Esa herencia es la que hace que ambos destaquen en lo mismo, por lo que estarán predispuestos a compartir entrenamientos, partidos, trofeos y sueños.
Pero si es la carga genética la que influye en la práctica de un deporte, podemos plantearnos la siguiente pregunta: ¿el deportista nace o se hace?
En este caso la respuesta no es excluyente: podemos decir que el deportista nace, pero es el entrenamiento el que lo termina de hacer.
Hay personas que por sus características físicas están llamadas a practicar ciertos deportes, pero eso no significa que sean ellos quienes los elijan. Es el deporte quien acaba eligiéndolos a ellos por estar genéticamente cualificados para practicarlo.
Dr José Calabuig
¿A qué responde este fenómeno?, ¿rivalidad familiar o casualidad?
En estos casos, la respuesta parece encontrarse en la genética. Cuando vemos dos hermanos que se parecen físicamente, la respuesta no sólo se halla en el fenotipo. También mantienen una gran identidad genética (genotipo), lo que hace que muchos hermanos estén igual de capacitados para practicar los mismos deportes.
Sabemos que el consumo de oxígeno tiene una herencia del 50%, mientras que la del tipo de fibras influye un 40%. En el caso de la herencia de la potencia muscular, esta se basa en un 70%.
Por este motivo, los hermanos que hereden una buena genética, tenderán a practicar los mismos deportes para los que están cualificados. Esa herencia es la que hace que ambos destaquen en lo mismo, por lo que estarán predispuestos a compartir entrenamientos, partidos, trofeos y sueños.
Pero si es la carga genética la que influye en la práctica de un deporte, podemos plantearnos la siguiente pregunta: ¿el deportista nace o se hace?
En este caso la respuesta no es excluyente: podemos decir que el deportista nace, pero es el entrenamiento el que lo termina de hacer.
Hay personas que por sus características físicas están llamadas a practicar ciertos deportes, pero eso no significa que sean ellos quienes los elijan. Es el deporte quien acaba eligiéndolos a ellos por estar genéticamente cualificados para practicarlo.
Dr José Calabuig
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