Si bien cada persona sabe si le viene mejor comer antes o después de entrenar, siempre es fundamental mantener un equilibrio y no pasarse, ni por exceso ni por defecto
Y también están los que dicen que deben dejar pasar al menos 2 horas desde la ingesta antes de ir a entrenar.
Entrenar con el estómago vacío: ¿sí o no?
Con los días más cálidos y largos la gente hace más ejercicio. Todos quieren lucir bien para la playa o para la ropa ligera del verano.
Y, por supuesto, surge la pregunta en relación a si la alimentación es mejor antes o después del deporte.
Algunos optan por no comer y otros por consumir ciertos alimentos para lograr una mayor quema de grasas o un mejor rendimiento.
En realidad, comer antes, durante o después de hacer ejercicio es una decisión personal basada en diversos parámetros:
- Qué y cuánto ingerimos.
- Cuál es el tipo de entrenamiento que realizamos.
- Qué otras actividades hacemos.
- A qué objetivo apuntamos.
Por ejemplo, para una persona con unos porcentajes de
masa muscular y tejido adiposo normales que desea mantenerse en forma
lo ideal sería comer antes para tener un buen rendimiento.
Si tiene sobrepeso entonces tendrá que comer ligero para quemar más calorías de las ingeridas durante el ejercicio.
Pero atención, porque entrenar en ayunas aunque queme más grasa, no es beneficioso en el largo plazo ya que el cuerpo actúa siempre como “ahorrador” de sus reservas.
Si gastamos energía sin haberle aportado el combustible necesario, entonces, acumulará grasa cuando comamos durante el día. La balanza será desfavorable porque lo que gasta será siempre menor a lo que guarda.
En cuestiones del organismo no todo es tan perfecto
como en la teoría. Porque también debemos tener en cuenta cómo nos
sentimos, a qué hora entrenamos, cuánto transpiramos, si tenemos presión
alta o baja, etc.
Para el cuerpo el ejercicio es sinónimo de estrés.
Por lo tanto, debe adaptarse fisiológicamente y lograr un rendimiento
óptimo así como también recuperarse posterior al esfuerzo.
Lo importante es contar con energía suficiente para la actividad que deseamos llevar a cabo.
Algunos atletas comen durante el ejercicio. Quizás
hayas visto, por ejemplo, a los tenistas consumiendo un plátano entre
cada set.
Otros deportistas ingieren geles energéticos. En cualquier caso, se recomienda que se trate de hidratos de carbono, ya que son una fuente de energía eficiente para el ejercicio aeróbico.
¿Cuándo comer según el horario de entrenamiento?
Otro aspecto que debemos tener en cuenta es el horario en que hacemos ejercicio.
- Por ejemplo si la práctica se desarrolla durante la mañana es mejor desayunar 2 o 3 horas antes del deporte. No es preciso que la ingesta sea copiosa ni calórica.
Lo ideal es evitar alimentos azucarados y
procesados (estimulan la acción de la insulina y aumentan el riesgo de
agotamiento temprano de las reservas) y elegir lácteos desnatados y
cereales integrales.
- Cuando se termina de entrenar se aconseja consumir hidratos de carbono de alto índice glucémico (fáciles de absorber y que aportan energía rápida) como, por ejemplo, los jugos de fruta y los cereales.
- La comida 3 horas después del ejercicio necesita ser abundante para aportar carbohidratos y evitar la pérdida de masa muscular.
Por supuesto hay ciertas “normas”: nada de grasas, azúcares ni refinados. Mejor arroz, pastas, peras o manzanas.
También debes prestar atención a la cena del día anterior:- Si ha sido liviana (es decir, que no hubo carbohidratos) es conveniente desayunar bien antes de hacer ejercicio para poder rendir como corresponde.
- Si, por el contrario, ha sido copiosa (con hidratos, grasas o azúcares) puedes entrenar en ayunas o con una ingesta muy liviana (una fruta o un zumo).
- Si entrenas por las noches o al atardecer es recomendable hacer una colación entre 2 y 3 horas antes del ejercicio para mantener los niveles de energía y rendir al 100 %.
- Al finalizar la práctica deberemos procurar consumir platos que sean ricos en carbohidratos y proteínas para contrarrestar lo perdido en el ejercicio.
Un error muy frecuente es el de regresar a casa después del gimnasio y comer en grandes cantidades y cualquier cosa.
Bajo la excusa de “ya he cumplido con mi dosis diaria de ejercicio” le damos al cuerpo calorías adicionales que no necesita. Por ello, aun entrenando, subimos de peso.
Resulta fundamental entonces hacer un balance entre el ejercicio y la dieta para mantenernos saludables.
Gastar demasiada energía en el gimnasio y no ingerir suficientes calorías no es bueno porque nos debilita. No obstante, tampoco lo es comer en cantidad.
Por último presta atención a las señales que te da el cuerpo.
Si te sientes muy cansado para hacer los ejercicios quizás pueda
deberse a que te falta energía suficiente o que el estómago está
demasiado lleno.
El equilibrio es la clave.
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