Un deficiente entrenamiento físico, una velocidad inadecuada, una pista no apta a tu nivel y alguna que otra imprudencia propia o ajena son las principales causas de accidente en las estaciones de esquí y la rodilla es uno de los puntos más débiles del esquiador. Se calcula que esta parte del cuerpo padece una de cada tres lesiones.
La rodilla es el talón de Aquiles del esquiador y ha desplazado en estos últimos años del primer puesto del ranking a otras lesiones como pueden ser la rotura de tibia y peroné. La razón principal radica en que las firmas especializadas en el deporte alpino fabrican últimamente botas de esquí de mayor envergadura, protegiendo una buena parte de la pierna. Además, las fijaciones de los esquís se han mejorado notablemente para liberar, en caso de accidente, las extremidades inferiores del esquiador y, de este modo, evitar que las consecuencias sean de mayor gravedad.
Lo que mucha gente desconoce es que la gran mayoría de las lesiones que se producen en la rodilla a la hora de esquiar la padecen mujeres con un rango de edad comprendido entre 30 y 45 años, que a menudo padecen sobrepeso. A su vez, el tipo de lesión más habitual en la rodilla entre las esquiadoras jóvenes cuya edad está por debajo de la treintena suele ser la rotura del ligamento lateral interno y el cruzado anterior.
Según han demostrado varios estudios y sus respectivas estadísticas realizadas en distintas estaciones de esquí, tanto a principio como a final de temporada es cuando se registra un mayor número de lesiones, debido al estado de la nieve y a la escasa preparación física de algunos esquiadores. Por eso, MeNecesitas quiere darte algunosconsejos para prevenir caídas y evitar lesiones en tu rodilla:
- Minimizarás el riesgo de de sufrir una caída cuanto más depurada sea tu técnica. Ser autodidacta y ahorrarte unos euros está muy bien pero a la larga puede salirte caro. Contratar un monitor de esquí es una excelente opción para aprender la base y perfeccionar la técnica.
- Tu cuerpo necesita adaptarse a los esfuerzos musculares a los que se verá sometido, el frío, la altitud y el peso del equipo. Por ello, unos meses antes de que comience la temporada, por ejemplo después del verano, es conveniente que vayas preparándote físicamente con ejercicios aeróbicos como running, bicicleta o natación que potencian tu resistencia cardiovascular.
- También sería recomendable que realices distintos tipos de ejercicios que simulen los movimientos o posiciones que se adoptan al esquiar junto con otra clase de ejercicios para fortalecer la resistencia de los distintos grupos musculares: tren inferior (piernas y muslos), tren superior (brazos) y tronco.
- Tampoco debes olvidar entrenar y ejercitar las articulaciones por medio de saltos, cambios de dirección y step para soportar los distintos giros y cambios de peso que se realizan de manera explosiva y, en ocasiones, con cierta brusquedad.
- Respecto al equipamiento, las botas son un elemento fundamental a la hora de prevenir lesiones. Deberías apretarlas lo justo para que tus dedos puedan moverse. Y en cuanto a los esquís, deberían ser flexibles, cortos y estar bien afilados o canteados.
- Revisa al comenzar la nueva temporada las fijaciones de tus esquís adaptándolas a tu peso. Una fijación demasiado apretada puede hacer que en una caída, no salte y no libere tus pierna, haciendo girar tu rodilla.
- Por último, recuerda que respeto no significa miedo. Como esquiadora debes tener en cuenta por qué tipo de pista bajas y qué nivel tienes. Gran parte de las lesiones de rodilla se podrían evitar con un poco más de prudencia.
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