¿En qué se diferencian los tipos de nieve?
Aunque en España la calidad de la nieve es, por lo general, escasa, existen cuatro tipos de nieve para esquiar que deben ser muy tenidas en cuenta sobre todo en esquiadores principiantes.
La más facil y apta para esquiadores con muy poca experiencia es la nieve en polvo. Es la nieve que hay justo después de producirse una nevada, es fresca y con un buen grosor, incluso si se producen caídas las consecuencias serán mínimas. Una vez acondicionada en la pista es la nieve ideal para todos.
La nieve dura no tiene el aspecto tan esponjoso que puede tener la polvo. Para los esquiadores con experiencia, es una buena nieve porque aumenta la velocidad en los desplazamientos pero también el riesgo de caídas. Esta nieve ya está mucho más asentada en el terreno.
La nieve húmeda, demasiado común en España
Uno de los principales problemas que hay en España es que de vez en cuando al sol le da por aparecer y va derritiendo la nieve o se producen lluvias. Esta nieve húmeda provoca que a veces los esquís se queden enganchados con el agua que se ha generado y se produzcan percances. Es una nieve sólo apta para esquiadores muy avanzados. Las estaciones compensan esta nieve, echando nieve en polvo.
Nieve primavera, mejor sólo en el inicio del día
El último de los tipos de nieve para esquiar es la nieve primavera. Cuando se va el invierno y comienza la primavera se forma una nieve lenta y poco esponjosa. Durante las primeras horas del día la nieve puede esquiarse con relativa comodidad, sin embargo, a partir de mediodía suele estar ya muy deteriorada.
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