Muchos han sido los cambios que han sufrido la actividad o ejercicio físico a lo largo de la historia hasta llegar al concepto de Educación Física que conocemos hoy en día. Su inclusión en el Sistema Educativo, es relativamente reciente y el camino hasta llegar a ella no ha estado exento de dificultades.
Actualmente,
la Educación Física se considera como área obligatoria según el
Ministerio de Educación y Cultura. Se ha
constituido como disciplina fundamental para la educación
y formación integral del ser humano, especialmente si es trabajada en
edades tempranas, ya que permite a los alumnos desarrollar destrezas
motoras, cognitivas y afectivas, esenciales para su vida diaria y como
proceso para su proyecto de vida.
A través de la Educación Física, los alumnos expresan su espontaneidad, fomentan su creatividad y sobretodo permite que se conozcan,
se respeten y se valoren a sí mismos y a los demás. Por ello, es
indispensable la variedad y vivencia de las diferentes actividades en el
juego, lúdica, recreación y deporte para implementarlas continuamente,
sea en clase o mediante proyectos lúdico-pedagógicos.
Por
lo general, las instituciones educativas desconocen la importancia que
la Educación Física representa para la Educación, porque ella,
como otras disciplinas del conocimiento, a través del movimiento,
contribuye también con el proceso de formación integral del ser humano para beneficio personal, social y conservación de su propia cultura.
Si la
Educación Física se estructura como proceso pedagógico y permanente, se
pueden cimentar bases sólidas que le permitirán la integración y
socialización, que garanticen continuidad para el desarrollo y especialización deportiva en su vida futura.
A través
de la clase de Educación Física los alumnos aprenden, ejecutan y crean
nuevas formas de movimiento con la ayuda de diferentes formas lúdicas,
recreativas y deportivas. En estas clases los alumnos pueden
desenvolverse, ser creativos y mostrar su espontaneidad
como seres que quieren descubrir muchas alternativas que pueden ser
aplicables en un futuro en su vida social y que no lo pueden lograr
fácilmente en otras asignaturas del conocimiento.
Para hablar de una educación integral, en la que ningún aspecto del ser humano quede al azar, debemos considerar el cuerpo y la mente como una unidad,
por lo que la Educación Física no debe ubicarse dentro de la
programación del centro como la hermana menor de las demás materias,
sino a la par, ya que una contribuirá con la otra al desarrollo de
logros cada vez más complejos.
Seguramente, casi ninguno de nuestros alumnos va a ser un deportista de élite, ni el deporte será su medio de vida. Pero una actividad física adecuada
posibilitará que pueda desarrollar plenamente su actividad cotidiana,
sin sufrir dolores de espalda mientras trabaja en la oficina, o un
incesante cosquilleo en las piernas por problemas de circulación, o unas
varices por estar mucho tiempo de pie.
Además,
en los últimos años, ésta ha adquirido una importancia mayor con
respecto a nuestra vida cotidiana, cada vez más sedentaria, lo que ha
supuesto que salten las voces de alarma debido al alto índice de obesidad infantil.
Es
por esto que una alimentación sana y un tiempo adecuado de actividad
física correcta, complementa de la mejor forma posible el desarrollo
integral de las personas, tanto de la perspectiva mental como corporal,
debiendo adecuar los minutos de estudio, con los que son necesarios para
el juego o el deporte.
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