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martes, 26 de septiembre de 2017

¿SABES LO QUE SON LAS GRASAS "TRANS"?

Dentro del grupo de los ácidos grasos, las llamadas grasas ‘trans’ cuentan con muy ‘mala prensa’. Te contamos los motivos y en qué alimentos puedes encontrarlas.

De forma genérica solemos escuchar que, dentro del grupo de los ácidos grasos, los saturados suelen resultar más perjudiciales para el organismo en términos de salud frente a los insaturados (aquellos que encontramos en alimentos como, por ejemplo, los pescados azules, que no sólo no son desaconsejados sino que resultan recomendables).







Sin embargo, dentro de ese grupo de ácidos insaturados, encontramos un ‘subtipo’, los denominados ácidos grasos ‘trans’, con los que hay que tener especial cuidado debido a sus consecuencias negativas en relación con distintas dolencias y enfermedades.

Pero antes de ‘entrar en materia’ es necesario precisar que existen dos tipos bien diferenciados de ácidos grasos ‘trans’:

Los de origen natural (presentes en la grasa de los lácteos y en algunas carnes) y que no resultan ‘problemáticos’ para la salud.

Los de origen artificial: aparecen en los alimentos a causa de determinados procesos industriales. Entre ellos, el más común, llamado hidrogenación: los aceites vegetales, (que luego se emplean para determinados productos de panadería, pastelería, golosinas, dulces, chocolates...) se someten a altísimas temperaturas para hacerlos más estables y facilitar su solidificación. Pero, como contrapartida, este proceso genera esos ‘trans’ de origen artificial, cuyos efectos para el organismo no son positivos. De hecho, muchos son los fabricantes, pastelerías, etc, que, buscando el bienestar del consumidor, han comenzado a eliminar este tipo de ácidos grasos en la elaboración de sus productos.

SUS EFECTOS SOBRE LA SALUD

• Una de las principales consecuencias es la influencia negativa de estos ácidos sobre los niveles de colesterol: abusar de este tipo de grasas contribuye a aumentar los índices de colesterol 'malo' (LDL) y disminuyen los de colesterol ‘bueno’ (HDL).
• Además, favorecen el aumento de los principales factores de riesgo vinculados con enfermedades cardiovasulares.

• Disminuyen la capacidad vasodilatadora de los vasos sanguíneos.

• Pueden entorpecer el metabolismo de la insulina (hormona vinculada a enfermedades como la diabetes).

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