Desde 2004, los expertos en nutrición incluyen el consumo de bebidas de baja graduación alcohólica, como el cava, en la pirámide alimentaria. Y es que la ciencia loha demostrado: el cava es cardiosaludable, anticancerígeno y previene otras muchas enfermedades.
Por Montserrat Ambroa. Asesoría: Marta González Caballero.
El CAVA: parte de la dieta mediterránea
Son numerosos los estudios que aseguran que seguir una dieta mediterránea puede reducir en más de un 40% las posibilidades de padecer Alzheimer o una enfermedad del corazón. Bebidas como el vino, el cava o la cerveza forman históricamente parte de esta dieta y ya desde hace más de un siglo se ha venido observado que en países de la cuenca mediterránea en los que se toman muchas grasas (como en Francia, cuna del foie y de la mantequilla) pero se bebe mucho vino y espumosos se producen menos infartos de miocardio. Desde los años 90, además, hay estudios científicos que explican el por qué son tan beneficiosas esas bebidas.
No es hasta el 2004 cuando una veintena de nutricionistas incluyeron a las bebidas de baja graduación dentro de las recomendaciones sobre hábitos saludables en España. Se introdujeron por primera vez en lo que se llama la pirámide alimentaria, una gráfica que resulta clave para comprender de un vistazo la importancia de los distintos tipos de alimentos dentro la dieta mediterránea.
Esta decisión no ha sido del gusto de todos los expertos en salud. Por ejemplo, la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AED-N ) considera que el consumo de alcohol, sea como sea, no es recomendable. Pero son muchas más las instituciones que apoyan esta medida, dado el numeroso compendio de estudios científicos que avalan las ventajas sobre el organismo que tiene el tomar entre dos y tres vasos diarios de cava, sidra, cerveza o vino en adultos sanos. Es el caso de la Fundación de la Dieta Mediterránea o la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). Según Marta González Caballero, diplomada en dietética y nutrición humana, eso sí: “El consumo abusivo hace que las propiedades beneficiosas desaparezcan totalmente”. Recuerda que las recomendaciones se sitúan entre una y dos copas al día para las mujeres y hasta tres para los hombres. Un vaso equilvadría a 10 cl de alcohol.
4 razones saludables para tomar cava
Según la experta, Marta González Caballero, los nutrientes clave por los que el cava es positivo para el organismo son “su alto contenido en sustancias potencialmente antioxidantes, polifenoles vegetales procedentes de las uvas blancas y tintas utilizadas en la producción de esta bebida. Entre los compuestos fenólicos mayoritarios se encuentran el resveratrol y los derivados de ácidos cinámicos, especialmente del ácido cafeico. Estas sustancias, además, se caracterizan por combinarse con otros antioxidantes, como la vitamina E y C, potenciando sus efectos”. El primer estudio que ha demostrado las capacidades cardiosaludables del cava lo ha realizado un grupo de científicos de Universidad de Barcelona y la Universidad de California. Como no han sido capaces de detectar todos los componenentes que actúan de esta manera, ni todas las sinergias entre ellos para que sea efectivos sobre todo contra el LDL (o colesterol “malo”), a partir de sus resultados el cava no ha dejado de ser objeto de estudios de todo tipo para desentrañar las cualidades de este espumoso. Y el resultado, a día de hoy, es este:
1. El cava es cardiosaludable. Los que certifican investigaciones como la mencionada de la Univredidad de Bracelona o las realizadas por la Universidad de Reading (en Gran Bretaña) es que el consumo moderado de cava mejora el funcionamiento de los vasos sanguíneos (disminuye la inflamación que lleva a padecer aterosclerosis con la edad) y contribuye a controlar la tensión arterial, disminuyendo así la formación de coágulos y la aparición de enfermedades cardiovasculares como las apoplejías. De esta forma se beneficia, en general, la salud del corazón. El cava es aún mejor que el vino a la hora de actuar contra el colesterol LDL, o “colesterol malo”. El estudio Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea) indica que el riesgo de sufrir un infarto es entre un 40% y un 50% más bajo en aquellas personas que beben alcohol de forma moderada que en aquellas personas cuyo consumo es cero.
2. El cava es anticancerígeno. Aunque todavía sigue habiendo muy pocas evidencias, parece ser que ciertas sustancias antioxidantes de las bebidas fermentadas y, entre ellas, el cava, pueden ayudar a inhibir las fases de iniciación, promoción y progresión de las células cancerígenas, ya que contribuyen a destruir los radicales libres relacionados con los daños de varios tipos de cáncer. La Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN) participa en numerosos estudios que intentan concretar esta acción anticancerígena, que parece especialmente potente frente al cáncer de mama.
3. El cava protege contra enfermedades degenerativas. El estudio de la Universidad de Barcelona también asegura ingesta moderada de cava resulta ser beneficiosa a la hora de prevenir otras patologías degenerativas producidas por una excesiva oxidación del organismo, como por ejemplo el Alzheimerr o la demencia senil, o las cataratas y la degeneración macular, este último efecto corroborado por un estudio del Hospital de Howard de Washington (EE.UU.).
4. El cava es diurético. Los cavas son ricos en tartratos y en sulfatos de potasio que actúan sobre el funcionamiento de los riñones, asegurando así una mejor eliminación de toxinas.
...y otras curiosidades
Tómalo con la comida. Explica la experta, Marta González Caballero, que de esta forma el alcohol se absorbe más lentamente y los polifenoles protegen al organismo de la oxidación de las grasas producida durante el proceso de digestión.
Prueba los “coupage”. Distintos estudios aseguran que la acción protectora es mayor en los cavas elaborados con mezclas de diferentes vinos, lo que se conoce como “coupage”, debido a una posible acción sinérgica entre las variedades. Concretamente, la Facultad de Farmacia de Barcelona con la colaboración de FIVIN (Fundación para la Investigación del Vino) han estudiado como el cava elaborado con las tres variedades tradicionales del Penedés (Macabeu, Xarel-lo y Parellada) seria el que mayor efecto beneficioso proporciona.
Duerme mejor. Tomado por la noche, el cava contribuye a disminuir la tasa de trombosis nocturnas, ya que activa el sistema fibrinolítico.
Una vejez más sana. En la tercera edad, puede proteger del ictus, una de las principales causas de muerte en el mundo industrializado.
Pero... ¿qué es el cava?
Hoy en día, cava es el vino espumoso regulado por el Consejo Regulador del Cava. El cava se caracteriza por tener gas carbónico debido a que experimenta en su elaboración una segunda fermentación con un método igual que el utilizado en Fancia para su champán. Fue Josep Raventós quien introdujo este espumoso en Cataluña en 1872, Comunidad en la que produce el 98% de los cavas. Pel cava debe tener un mínimo de crianza de 9 meses, siendo un reserva cuando tiene 15 meses y un gran reserva cuando el mínimo es de 30 meses. Por su cantidad de azúcar, el que menos tiene es el brut nature (de 0 a 3 gramos por litro), y el que más es el dulce (más de 50 gramos por litro). Entre medias están, de menos azúcar a más, el extra brut, brut, extraseco, seco, semiseco.
Más información: http://www.crcava.es
Radiografía nutricional del cava (por 100 ml)
Energía (kcal) 70,5
Proteínas (g) 0,2
Hidratos de carbono (g) 1,5
Grasas (g) 0
Agua (g) 89,2
Calcio (mg) 10
Vitamina B2 (mg) trazas
Hierro (mg) 0,8
Niacina (mg) 0,2
Yodo (mg) 0,01
Vitamina B6 (mg) 0,02
Magnesio (mg) 6
Zinc (mg) trazas
Ácido Fólico (mg) trazas
Sodio (mg) 4
Vitamina C (mg) trazas
Potasio (mg) 48
Fósforo (mg) 7
Vitamina E (mg) trazas
Cromo (mg) trazas
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