Sabemos que en la dieta es tan importante cuidar la calidad como la cantidad de lo que comemos, por ello, ya recomendamos comer con moderación aun las ensaladas más ligeras. Sin embargo, un reciente estudio publicado en la Revista Internacional de Obesidad señala que comemos más cuando la comida es saludable.
Aun cuando no siempre son preparaciones ligeras, se cree erróneamente que la comida sana tiene menos calorías y por ello, se consumen porciones más grandes, conducta que puede llevar a una sobreingesta calórica.
Cuando se pidió a 186 adultos que se sirvieran comida frente a dos tazones de col, uno etiquetado como “saludable” y otro como “estándar”, los participantes se sirvieron más cantidad de col saludable, aunque ambos aportaban igual cantidad de calorías.
Esto lleva a pensar que muchas veces somos engañados con las etiquetas que denominan a un producto “saludable” e ingerimos porciones mayores consumiendo finalmente más calorías de las que creemos podemos ahorrar por escoger la alternativa más sana.
Entonces, el marketing respecto a la promoción de alimentos saludables no debe considerarse un permiso para comer más, pues como hemos dicho, aun los alimentos más ligeros deben consumirse en cantidades moderadas, y por otro lado, saludable no significa bajo en calorías o más ligero, sino que incluso un alimento sano puede ser más concentrado en calorías que otro menos nutritivo y saludable.
Conclusión, intentemos siempre moderar el tamaño de las raciones que escogemos y no dejemos que la palabra “saludable” nos seduzca para consumir más.