Bien, seguramente alguien todavía está pensando….”pero si esto es lo mismo”. ¡Pues no lo es! Vamos a ver las diferencias entre estos dos conceptos, conoceremos en a rasgos generales el desarrollo evolutivo, también veremos como podemos medir nuestra flexibilidad y, por último, daremos unas recomendaciones para la práctica de la flexibilidad.
La flexibilidad nos indica la capacidad de un individuo de mover las articulaciones en sus rangos mas altos. Todas las articulaciones de nuestro cuerpo no son iguales ni nos ofrecen los mismos movimientos. La capacidad de tener flexibilidad en nuestras articulaciones depende de muchos factores que no siempre dependen de nosotros. Factores como el sexo, la edad, la herencia genética, el clima y la temperatura son factores que no podemos modificar por mucho que queramos. Por otro lado existen otros que si dependen de nosotros en mayor o menor medida como el tono muscular, el estado emocional, el cansancio muscular y por supuesto el entrenamiento que le dediquemos para mejorar.
Veamos ahora que es la elasticidad. La elasticidad tiene que ver con la capacidad que tienen nuestros músculos para contraerse y estirarse. Sencillo ¿verdad? Al igual que en la flexibilidad aquí también hay factores que intervienen en nuestra capacidad de elasticidad. ¡Pero os daré una buena noticia! Estos factores con un buen trabajo si se pueden modificar. Algunos de ellos son el tono muscular en reposo, la capacidad de laxitud de tendones y ligamentos, un buen funcionamiento de nuestro.
Dicho esto ya nos podemos hacer una idea de que el funcionamiento de la flexibilidad a lo largo de nuestra vida no llevará el mismo camino que el resto de factores.Todos estos datos pueden variar dependiendo de la actividad de cada persona y como ya explicábamos al principio del post, de otros factores como la herencia genética la composición muscular, etc.
¿Como podemos medir nuestra flexibilidad?
Recomendaciones generales
- Realizar sesiones de flexibilidad con frecuencia. La flexibilidad debemos incluirla antes y después de realizar cualquier deporte incluso en muchas ocasiones podemos incluirla entre el ejercicio. Puntualicemos, esta forma de trabajar la flexibilidad es esencial para realizar con menos porcentaje de lesiones el deporte que realicemos. Pero no se acaba ahí nuestro trabajo, debemos incluir sesiones especificas de flexibilidad para mejorarla realmente. Para comenzar a trabajar es aconsejable hacer sesiones casi diarias, como periodo de adaptación y posteriormente pasar a 3 o 4 sesiones semanales.
- Calentar antes de realizar nuestra sesión. La flexibilidad no deja de ser un entrenamiento por lo que es aconsejable realizar un calentamiento previo. Esto nos evitará lesiones por entrenar con la musculatura en frío y nos aportará un mejor rendimiento en nuestra sesión.
- Los primeros ejercicios se realizaran con un mínimo de exigencias. ¡¡No he descubierto America!! Debemos aumentar la intensidad de los ejercicios progresivamente.
- Interrumpir el trabajo de flexibilidad por varios días en el momento en que se sienta dolor en el músculo ejercitado. Debemos trabajar la flexibilidad con mucho precaución ya que pasar la linea de máxima flexibilidad y lesión es mas fácil de lo que pensamos. Por ello es aconsejable dejar el trabajo de flexibilidad o bien un ejercicio especifico cuando nos cause algún tipo de molestia.
- Los ejercicios de flexibilidad se pueden combinar con los de fuerza y potencia.
- La flexibilidad nos aporta un menor porcentaje de lesiones así como un mayor rango de movimiento y eficacia. Así que podemos afirmar que no se puede combinar con el trabajo de fuerza y potencia sino que debe ser indispensable.
- Los ejercicios de flexibilidad intensos no son aconsejables antes de la competición o después de todo tipo de acciones en que la musculatura ha quedado excesivamente cansada. Hacer ejercicios intensos de flexibilidad conlleva un cansancio del sistema muscular por tanto no es aconsejable realizarlos después de una actividad intensa. De la misma forma si estamos planificando nuestro entrenamiento ya sea para competir o para llegar a algún objetivo es importante planificar también nuestras sesiones de flexibilidad. En estos casos la intensidad del ejercicio de flexibilidad debe ser muy baja.
- Ejecutar los ejercicios en posturas cómodas. Hay una gran variedad de ejercicios para cada parte del cuerpo y debemos realizar los ejercicios de una forma cómoda ya que así favorecemos un buen trabajo en la zona a estirar y disminuimos la tensión en el resto del cuerpo.
- Adoptar y abandonar la postura deseada lentamente y relajado. Los ejercicios de flexibilidad como ya he mencionado antes son muy delicados y las lesiones pueden ser complicadas por ello tanto en el momento de adoptar la posición de tensión como en el recorrido hasta la relajación debemos hacerlo de una forma lenta y relajada.
- Ejecutar los ejercicios, solo hasta el limite, que no provoque sensaciones dolorosas. Nadie conoce nuestro cuerpo mejor que nosotros mismos y por ello en cualquier tipo de ejercicio de flexibilidad nunca debemos forzar ya que el resultado ademas de doloroso puede acarrearnos problemas serios.
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