¿Sigues pensando que los estiramientos estáticos te ayudan a combatir las agujetas? Quizás sea hora de replanteárselo, por supuesto, con evidencias científicas.
El dolor muscular producido por la actividad física es comúnmente conocido como “agujetas” (DOMS, en inglés), sin embargo, hay que diferenciarlo del dolor producido por la fatiga muscular inmediatamente después de la utilización de los músculos. En todos estudios que se presentan en este artículo se estudia el dolor muscular producido por las agujetas. ¿Sigues pensando que los estiramientos estáticos te ayudan a combatir las agujetas? Quizás sea hora de replanteárselo, por supuesto, con evidencias científicas.
Cuándo y cómo se producen las agujetas
Las agujetas se suelen producir al realizar ejercicios físicos a los que no se está acostumbrado, sobretodo si estos incluyen la acción excéntrica del músculo. La acción excéntrica (o fase negativa de un movimiento) se producen cuando el músculo genera una tensión para controlar la velocidad a la que se estira. Un gran ejemplo de esto es la fase negativa de una sentadilla (cuando vamos descendiendo), el cuádriceps comienza a estirarse y la tensión que se genera en el musculo es para evitar un alargamiento demasiado rápido o excesivo.
Normalmente aparecen al día siguiente de realizar el ejercicio y tiene su pico de intensidad alrededor de 48 horas después (Balnave 1993; Bobbert 1986; Wessel 1994). Sin embargo, no se conoce el proceso exacto que produce la aparición de las agujetas. La teoría que se maneja actualmente es la ruptura parcial de sarcómeros, lo cual provoca la hinchazón de las fibras musculares y comienza una respuesta antiinflamatoria que puede excitar los nociceptores (receptores del dolor; Lieber 2002), sin embargo, esta inflamación parece no ser suficiente para causar dolor ya que se precisa que el músculo se estire o se contraiga para sentir los dolores típicos de las agujetas (pinchazos). Para los más curiosos o los más estudiosos, Weerekkody 2001 indica que la excitación de los aferentes musculares de mayor diámetro, sobretodo el huso neuromuscular (receptor sensorial situado en el vientre del músculo que detecta cambios en el alargamiento muscular), está involucrada en la sensación de dolor.
Análisis de los estudios
Se incluyeron un total de 12 estudios: Buroker 1989; Dawson 2005; Gulick 1996; Hight 1989; Jamtvedt 2010; Johansson 1999; Marques 2006; Maxwell 1988; McGlynn 1979; Terry 1985; Wessel 1994a; Wessel 1994b. En particular, resulta de gran importancia Jamtvedt 2010, donde participaron 2377 personas y la media de edad de los participantes es “adulta” (39,9 años).
Tres de los estudios examinaron el efecto de estirar antes de entrenar (Hight 1989; Johansson 1999; Wssel 1994a), siete investigaron los efectos de estirar después de entrenar (Dawson 2005; Gulick 1996; Hight 1989; Maxwell 1988; McGlynn 1979; Terry 1985; Wessel 1994b), un estudio investigó los efectos de estirar antes y después del ejercicio (en grupos separados) (Marques 2006) y únicamente un estudio investigó los efectos de estirar antes y después del ejercicio (en un mismo grupo) (Jamtvedt 2010). Los diferentes estudios no contemplan el estudio a un mismo músculo, sin embargo, todos menos uno utilizan la misma técnica: estiramientos estáticos (parado). La duración de dichos estiramientos varía desde 40 segundos a 900 segundos.
Resultados de los estudios
Este análisis es una actualización de otro anterior (Hebbert 2007) donde se añaden 2 estudios más de vital importancia. En la anterior revisión los resultados fueron claros: “La evidencia de estos estudios indica que estirar justo antes o justo después de entrenar no produce una reducción importante en el dolor muscular en los días siguientes a la práctica del ejercicio“. En esta nueva actualización (Hebbert 2011), la conclusión sigue siendo la misma.
El análisis sitúa a la reducción de sensación de dolor producida por las agujetas tras estirar antes y/o después de entrenar en 4 puntos sobre 100. Este análisis supone que tiene un efecto nulo a la hora de reducir las agujetas, ya que solo una suposición de 6 puntos sobre 100 supondría un leve efecto positivo.
Así mismo, estos estudios se producen en situaciones ideales de laboratorio. Es de suponer que en cualquier otro caso (donde no hay una supervisión para un resultado óptimo) los efectos serán aun menores.
¿De dónde viene la idea de que estirar reduce las agujetas?
Es muy posible que esta idea provenga de la falsa creencia que predominaba durante los años 60 y 70 sobre cómo se producía el dolor muscular. Por aquel entonces, se pensaba que el dolor muscular era producido por espasmos musculares (de Vries 1961) aunque esta idea fue rechazada posteriormente (Bobbert 1986).
Entonces… ¿debemos estirar?
Tras la lectura de este artículo quizás te puedan surgir ciertas ideas falsas en tu mente, ya que mucha gente asocia estiramientos a calentamiento cuando, sin embargo, no son lo mismo. En estos estudios se ha demostrado que los estiramientos estáticos no reducen las agujetas, lo cual no implica que otro tipo de estiramientos no tenga efectos positivos.
De hecho, los estiramientos dinámicos han demostrado tener grandes beneficios en el rendimiento atlético.
Leer más: http://www.entrenamiento.com/salud/los-estiramientos-reducen-las-agujetas/#ixzz3ELq0w7T4
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