¡Los 40, qué buena edad! Siempre y cuando cuidemos y mantengamos en forma nuestro cuerpo. El deporte es, sin duda, uno de nuestros mejores aliados para conservar una mente sana en un cuerpo sano.
Que existe una relación entre el deporte y la salud está más que demostrado. Lo que implica que una actividad física regular es beneficiosa para envejecer de manera saludable. Sobre todo si tenemos en cuenta que estilos de vida sedentarios, asociados a menudo a regímenes alimentarios demasiado ricos, contribuyen a fragilizar nuestro organismo. Hay que mantenerse en forma, y más a partir de los 40. ¡Mantenerse joven y ágil sólo depende de ti!
Trabajar los músculos, la elasticidad y el corazón
El tiempo pasa sin que nos demos cuenta y, con los años, el cuidado del cuerpo debe ocupar un lugar destacado en nuestra lista de preocupaciones. “Los músculos necesitan ejercicio para mantenerse tónicos y conservar un volumen correcto”, advierte el Dr. Perrin, profesor de educación física y ex entrenador de la selección francesa de salto con pértiga. Asimismo, el ejercicio físico mejora la utilización de la glucosa de la célula muscular. La silueta de las celebrities de más de 40 años no obedece únicamente a una cuestión de estética. Trabajar la figura es una manera de prevenir futuros males. Si nuestra musculatura no es capaz de sostener el esqueleto, nuestras caderas, rodillas o vértebras podrían resentirse causándonos dolor. Y, sobre todo, haciéndonos sentir viejos antes de serlo realmente.
¡La elasticidad también puede trabajarse! “Con el tiempo, la rigidez puede apoderarse de ti, excepto si mueves tus articulaciones regularmente”, explica el Dr. Perrin. Sólo una actividad física regular es capaz de mantener, e incluso de desarrollar unas articulaciones sanas. Otros beneficios importantes: el aspecto cardiovascular. “Como músculo que es, el corazón es más solicitado cuando realizamos un esfuerzo físico. De esta manera, aumenta su capacidad de contracción, su potencia y su eficacia”. Y, por consiguiente, la circulación sanguínea se ve mejorada. Por todas estas razones, un entrenamiento regular, y nunca excesivo, puede tener efectos beneficiosos para el aparato cardiovascular.
Antes de ponerse manos a la obra
Si quieres hacer las cosas bien, te aconsejamos que, al cumplir los 40, te hagas un reconocimiento médico general para que tengas una percepción exacta de tu estado físico. Tampoco estaría mal que pidieses cita con un médico del deporte. Si llevas tiempo sin practicar ninguna actividad física, éste podrá someterte a una prueba de esfuerzo. Un examen que consiste en grabar la actividad eléctrica del corazón (electrocardiograma) mientras haces ejercicio y que permite detectar posibles anomalías cardíacas.
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