Comenzar una andadura en el mundo del entrenamiento no es tarea sencilla. Es el punto donde más riesgo corremos de lesionarnos por la falta de adaptación a los movimientos propuestos, una idea que debe regir las primeras semanas de entreno. Saber gestionar los esfuerzos es la virtud que la experiencia te proporciona y para que vayas prevenido a tu primera sesión, queremos darte algunos consejos para ello. En este artículo queremos contarte los errores más habituales para que no caigas en ellos, así como consejos para su aplicación práctica. Si vas a empezar a hacer ejercicio, este es el post que necesitas.
Progresión
Cuando empezamos en cualquier centro deportivo nuestra ambición por conseguir los resultados puede ocasionar precisamente lo contrario, un retardo en su logro. La cautela debe prevalecer durante las primeras sesiones. Por ello si nunca has practicado ejercicios de fuerza te recomendamos que comiences por la fuerza resistencia, es decir, un alto número de repeticiones. Adquirirás tono muscular necesario para dar un salto cuantitativo en el entrenamiento.
Lo mejor es guiarte por las sensaciones corporales que vayas adquiriendo. Para colocar el peso intenta que las últimas repeticiones sean las más costosas, aunque sin llegar directamente al fallo muscular.Aprende bien los movimientos para el segundo consejo que te damos a continuación.
Técnica
Uno de los aspectos en los que más insistimos, pues su importancia marca el rendimiento del ejercicio. Pregunta, infórmate y si puedes contrata a un entrenador personal que te explique minuciosamente la técnica de los movimientos a entrenar. Aunque parezcan fallos insignificantes a largo plazo se transformarán en lesiones de distinta gravedad.
Las primeras semanas, antes de subir de peso en las cargas externas, debes adquirir un conocimiento técnico. Un espejo te ayudará para conocer si estás ejecutándolo de manera correcta o no, para realizar las modificaciones oportunas.
Globalidad
Normalmente los principiantes quieren coger masa muscular en los grupos más vistosos como son los bíceps, glúteos, deltoides y pectoral. Querer incidir analíticamente sobre esa musculatura solamente hará que se produzcan descompensaciones que afecten a tu sistema músculo-esquelético, como el común síndrome cruzado superior e inferior. Coge una capacidad física general combinándolo con ejercicio aeróbico, otra ausencia errónea en muchos programas de acondicionamiento físico.
Trabaja primero los grandes grupos musculares como son el pectoral, espalda y piernas. A medida que progreses ve introduciendo ejercicios un poco más analíticos de los segmentos tanto inferiores como superiores, pero siempre como objetivo secundario en las primeras sesiones de entrenamiento de fuerza. Una estupenda idea es seguir nuestro consejo sobre entrenar mediante patrones de movimientos y no por músculos.
Ver los resultados lleva algo de tiempo, necesitando altas dosis de paciencia y persistencia. Querer abarcar más de lo que se puede únicamente te llevará hacia atrás y correrás el riesgo de lesionarte de forma innecesaria. Si eres novato en el gimnasio debes saber que todo llega, pero intenta seguir los tres consejos anteriormente explicados.
Javier F. López
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