QUÉ PUEDES APRENDER CUANDO TE LESIONAS

Pocos aspectos positivos podemos obtener de una lesión ya que merma en gran medida el rendimiento y el progreso que estábamos llevando hasta el fatídico momento. Pero, como en el resto de sucesos, siempre hay algo bueno que aprender cuando padecemos una lesión. En este artículo pretendemos enseñarte el lado positivo del momento más desagradable para todo deportista, puesto que de esa forma afrontarás con mayor actitud el parón para recuperarte. Todo tiene su parte positiva (por diminuta que sea) solo hay que saber verla, aprender y seguir avanzando.

Demasiado entrenamiento

Si la causa no está completamente clara plantéate si estabas entrando en un estado de fatiga excesivo o incluso en sobreentrenamiento. Cuando creas que ese ha podido ser el desencadenante no dudes en modificar la rutina que llevabas previamente a la lesión. ¿Aspectos que puedes variar? La intensidad, el volumen, el tipo de sesión, el objetivo… La virtud está en saber adaptarte a tus necesidades para ir aumentándolas de nivel siempre de forma progresiva.

Cuando sufras una lesión, aunque sea insignificante, concéntrate en tus sensaciones corporales que serán las que te indiquen cuando debes parar. Esto es fundamental para no agravar el estado y que cierta patología pasajera se convierta en crónica perjudicando toda tu temporada. Un recurso bastante útil es entrenar según la escala de percepción del esfuerzo de Borg.

• Lección: la rutina debe modificarse cuando las sensaciones corporales lo pidan.

Técnica

Una de las principales causas lesivas, quizá por el desconocimiento técnico en la ejecución de movimientos. Aunque creamos que lo estamos haciendo bien puede que generemos hábitos posturales incorrectos en zonas alejadas del músculo a tratar que provoquen desequilibrios en el resto de estructuras. Por ello la limpieza técnica debe pulirse antes de incrementar las variables anteriormente mencionadas. Por supuesto, acepta consejos fundamentados de los profesionales de la actividad física y el deporte.

• Lección: aprender primero la técnica antes de aumentar de nivel.

Equipamiento

Aunque normalmente se considere un aspecto puramente estético lo cierto es que el equipamiento deportivo adquiere cada ves más importancia en cualquier ciclo. Calzarse unas zapatillas adaptadas a la biomecánica del pie del corredor o utilizar la gran variedad de materiales que el fitness nos ofrece son dos planteamientos de los muchos que se pueden considerar atendiendo al equipamiento deportivo. Si quieres practicar deporte de forma segura, hazte con material de calidad.

• Lección: no practicar ejercicio con cualquier tipo de vestimenta, zapatillas, material…

Objetivos no realistas

Cualquier planificación comienza con dos puntos básicos: el punto de inicio y el objetivo final. Cuando este último adquiere unos niveles por encima de nuestras capacidades, el riesgo de lesión aumenta exponencialmente. Por ello si eres corredor no esperes hacer una maratón en 15 días, ni tampoco levantar 100 kilos de press de banca la primera semana. Todo lleva su tiempo, su adaptación y la paciencia será el mejor aliado para no desfallecer en el camino por cualquier causa lesiva.

• Lección: escoge tu objetivo a corto y medio plazo, con metas alcanzables según tu criterio.

Aunque hayamos mencionado cuatro aspectos que aprender de una lesión son muchos más los que completan el listado en función de cada persona. El deporte y el ejercicio físico no debe suponer un riesgo, sino todo lo contrario. Por lo tanto, si ya has cometido el error no te preocupes porque de él también podrás aprender.

Javier F. López