En los tiempos que corren, en los que cada vez hay más runners invadiendo calles, parques y montañas, se antoja necesario que exista un poco de criterio y disciplina a la hora de realizar entrenamientos. Son muchos los que, sin haber corrido nunca antes, se lanzan a gastar zapatillas. Cuando se empieza con esta rutina, en la que normalmente uno se inicia con la mera intención de hacer “algo de deporte”, existe la propensión a engancharse cada vez más y plantearse objetivos también cada vez más ambiciosos. Por otra parte, esto es lógico y además es probablemente la razón de que sigamos entrenando cada día. Nos gusta sentirnos bien y a la vez comprobar que somos más rápidos y más ligeros en nuestra zancada, que podemos llegar más lejos.
Una vez estamos “on fire” y ya llevamos unos meses corriendo casi a diario, es cuando nos planteamos nuestras posibilidades. Normalmente se opta por participar en alguna carrerita de 5 ó de 10Km, aunque a la larga siempre queremos ir a más. Queremos mejorar, superarnos, es algo inherente a la condición humana. La falta de experiencia y ese afán de mejora nos pueden llevar a un entrenamiento erróneo e incluso perjudicial. A veces uno puede ir tan perdido en su preparación que, al no ver resultados, pueda frustrarse y acabar dejándolo o incluso lesionándose. Es quizá cuando se hace necesaria la figura de un entrenador o de un asesor.
Son muchos los expertos que, con sus conocimientos e incluso con su propia experiencia, pueden ayudarnos a hacer posible la consecución de nuestros objetivos en este nuevo universo que hemos descubierto. Existen técnicas de entrenamiento, de alimentación e incluso de recuperación que aplicadas de una forma personalizada a nuestras necesidades harán de nuestros esfuerzos algo eficiente y eficaz. Evidentemente no estamos hablando de llegar a ser un campeón olímpico, cada uno dentro de sus posibilidades, no sólo físicas sino laborales y familiares, puede obtener un rendimiento que le satisfaga enormemente y que, lo más importante, le llene como persona.
Un entrenador personal es eso, algo personal, es alguien que sabrá de tus limitaciones y de tus cualidades. Te ayudará en todos los aspectos que se refieran a mejorar tu estado de forma y, por supuesto, tu bienestar. Seguir un plan adaptado a nuestras necesidades nos ayudará a mantener una disciplina que unida a la constancia servirá para asimilar correctamente nuestro trabajo. La seguridad que te da saber que estás en manos de alguien que sabe mucho sobre el tema, te da tranquilidad y motivación para afrontar algunos entrenamientos que seguramente no haríamos por nuestra cuenta. Ni se nos ocurrirían. Además de eso, estaremos en un permanente aprendizaje, empezaremos a comprender el porqué de cada sesión, dejaremos de tener una visión limitada a “sólo correr” y entenderemos que cada cosa que hacemos forma parte de un plan, incluso la nutrición. Un plan cuyo objetivo es conseguir hacer realidad nuestros retos, unos retos que nos hagan sentirnos realizados.
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