Con un sencillo test que puedes hacer en casa sabrás qué tipo de zapatillas te convienen.
La prueba de la planta del pie os servirá para determinar el grupo de zapatillas que os corresponde.
ARCO BAJO
Queda marcada casi toda la planta,
indica mucha pronación. Justo tras el impacto del talón el pie rota
hacia el interior. Eso es ineficaz, incómodo y puede provocar lesiones.
Quien pisa así necesita zapatillas muy estables, con refuerzos en la
cara interna de la mediasuela. A algunos les bastará con zapatillas de
“estabilidad”, pero si esa pronación es excesiva o es un corredor que
pase de 85 kg (72 las mujeres) tendrá que recurrir a la gama de “control
de pisada”.
ARCO MEDIO
Queda huella de aproximadamente la mitad
de la zona media, lo que se puede considerar una ligera pronación. Esta
pronación no es contradictoria, todo lo contrario, ya que tras
el impacto, la leve rotación del pie hace que ese impacto se absorba.
Quien pise así puede elegir entre la mayoría de modelos del mercado; los
más recomendables son los de la gama “estabilidad”. Los muy ligeros
pueden optar por modelos de las gamas “neutra” o “rendimiento”.
ARCO ALTO
Si la zona media queda apenas marcada
por el exterior, más aún si ni siquiera queda marcada, el arco es
evidentemente alto. Son los llamados supinadores, el grupo minoritario.
Este tipo de pisada provoca que el impacto apenas lo absorba el pie y
llegue directamente a la pierna. Estos corredores necesitan zapatillas
de gama “neutra” en las que prima la absorción del impacto y que al
tener la mediasuela blanda provoquen la necesaria pronación leve.
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