De sobra es conocido que hay que beber
agua frecuentemente antes, durante y después del entrenamiento y la
competición para prevenir la deshidratación y el estrés por calor.
Algunos consejos para evitar la deshidratación:
• Anticípate a la carrera e hidrátate
las horas antes de salir a correr. Se recomienda beber dos o tres vasos
de agua durante las dos horas previas al ejercicio y, otros dos vasos de
agua, 15 0 30 minutos antes de salir.
• Durante la carrera, se recomienda beber entre dos y tres vasos de agua cada hora, siempre en pequeños sorbos.
• Recuerda que tu centro de la sed es un
poco lento, la sed aparece cuando ya hay síntomas de deshidratación.
Para evitarlo, bebe aunque no tengas sed.
• Hazte con un cinturón o banda con
bidón para llevar en la cintura con un bidón, siempre que vayas a correr
durante más de una hora.
• Las mochilas de agua tipo camelbak son
una buena compra si corres más de una hora en lugares donde no hay agua
(montaña, playa, etc.).
• Organiza tu recorrido pasando por parques con fuentes para beber cada 15 o 20 minutos aproximadamente.
• No tomes bebidas diuréticas como el café o el té dos horas antes de correr, para no perder los líquidos antes de la carrera.
Ni mucho ni poco: lo correcto
Para conseguir el equilibrio entre
deshidratación e hiponatremia, es decir para estar hidratado/a se
recomienda beber un vaso de agua cada 15 minutos, aunque esta norma es
muy general. Para personalizar tu ingesta de agua, la regla es que bebas
la misma cantidad de líquido que el que has eliminado al sudar. Para
saber cuantos litros pierdes al sudar, no necesitas exprimir la camiseta
empapada sobre un vaso medidor. Lo más práctico es que te peses antes y
después de la carrera durante una semana, los miligramos de peso que
has perdido corresponden a los ml de agua que tienes que reponer.
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