Beneficios y contraindicaciones del ejercicio para hipertensos
Hoy, 17 de Mayo, se celebra el Día Mundial de la Hipertensión, una enfermedad crónica considerada uno de las mayores preocupaciones en cuanto a salud pública. La alta presión sanguínea a nivel arterial afecta a un alto porcentaje de la población, sobre todo en los países desarrollados.
Un estilo de vida saludable nos ayudará a prevenir la aparición de la hipertensión. En este día especial repasamos los beneficios del ejercicio físico para las personas hipertensas.
Desde 1989 la Organización Mundial de la Salud incluyó el ejercicio físico moderado como una de las maneras de prevenir la hipertensión y disminuir la presión arterial. Si bien no es posible eliminar la enfermedad por completo, sí que podemos mejorar su estado a través de la actividad física.
¿Qué ejercicio me conviene si sufro hipertensión?
Para mejorar la presión arterial lo ideal es el ejercicio cardiovascular a un ritmo suave o moderado durante 30 o 40 minutos, con una frecuencia de 3 a 4 días por semana.
Prácticas deportivas ideales pueden ser caminar a buen ritmo, ya sea al aire libre o sobre la cinta andadora, correr de forma suave y sin cambios de ritmo bruscos, bailar, nadar o montar en bicicleta.
Por supuesto, lo primero que tenemos que hacer antes de comenzar a hacer ejercicio si padecemos hipertensión es consultar a nuestro médico y seguir su consejo: la prescripción de un experto siempre va por delante.
Contraindicaciones deportivas en hipertensos
Pero no cualquier deporte vale en el caso de las personas hipertensas: las actividades muy intensas, los cambios de postura bruscos, o la inversión del cuerpo son conductas a evitar en los pacientes con hipertensión.
Tampoco es recomendable realizar ejercicios isométricos en los que el esfuerzo es mantenido durante un largo período de tiempo, ya que tienden a elevar la tensión.
Los beneficios que obtendremos del ejercicio
Al realizar ejercicio físico las personas hipertensas mejorarán la capacidad del corazón para bombear la sangre, lo cual se traduce en una menor presión arterial y en un menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Además, la mejora general de la salud y el control del peso corporal son beneficios muy importantes para los pacientes de hipertensión, mejorando su vida diaria y el estado de su enfermedad.