Algo tan sencillo, tan natural e inconsciente como respirar puede ser muchísimo más complejo de lo que piensas. Te mostramos cómo hacerlo de forma correcta para que economices cada bocanada de tu carrera.
Es una habilidad natural (fíjate cómo se les eleva la barriguita a los niños cuando respiran) pero vamos perdiendola con el tiempo. Si aprendes de nuevo a usar la respiración profunda podrás mejorar tu eficiencia deportiva y sentirte mejor. En disciplinas como el yoga, ayurveda, meditación… se le da una gran importancia pero en la mayoría de deportes se da por sentado que hay que venir de casa “sabiendo respirar”. Hay que aprender a usar el diafragma y para eso empezaremos a expulsar todo el aire de los pulmones, con una espiración prolongada y regular, acabando con un soplido fuerte que nos permite echar la máxima cantidad de aire posible. En la inhalación haremos una profunda toma de aire, que será función de la cantidad que hayamos exhalado previamente.
PRUEBA CON ESTOS EJERCICIOS:Respirar cada dos zancadas
Justo antes de que el pie de atrás despegue, toma mucho aire por la boca. Cuando está a punto de aterrizar el mismo pie, haz una exhalación contínua con un fuerte soplido final.
Respirar cada tres zancadas
Toma el aire como en el ejercicio anterior, pero ahora expúlsalo cuando el pie contrario esté a punto de aterrizar.
En los dos casos repite 10 veces series de 6 zancadas y cambia de pie. Prueba con diferentes velocidades, caminando y en carrera, pero no te olvides de hacerlo correctamente, con el diafragma.
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