Portada

Portada

martes, 4 de noviembre de 2014

EJERCICIO DE FUERZA, CLAVE PARA PREVENIR LA OSTEOPOROSIS

Entrenamiento de fuerza

Aunque mucho se ha hablado sobre los beneficios de practicar deporte para la salud y multitud de estudios demuestran que practicar ejercicio es sinónimo de bienestar, hoy queremos hacer hincapié en la práctica del entrenamiento de fuerza para prevenir la osteoporosis.
Según la Sociedad Española de Reumatología, la osteoporosis es una enfermedad caracterizada por tener unos huesos más frágiles, que resisten peor a los golpes y que se rompen con mayor facilidad.
La fragilidad viene explicada porque el tejido que forma el hueso disminuye de forma general y pierde las proteínas y las sales minerales cálcicas que lo forman. Es decir, el hueso compacto adelgaza y pierde su grosor,  lo que hace que se vuelva más vulnerable y proclive a fracturarse.
Aunque la enfermedad suele ser más común en mujeres que están pasando por la menopausia y en personas mayores, llevar una buena alimentación y practicar ejercicio regularmente hará que nuestros huesos crezcan sanos y fuertes y podamos prevenir mejor este tipo de enfermedades.
Entrenamiento de fuerza y prevención
Uno de los mejores ejercicios para prevenir la osteoporosis es el entrenamiento de fuerza, que consiste en usar la resistencia para contraer los músculos, incrementando así su fuerza y tamaño. El entrenamiento de fuerza se utiliza en multitud de deportes, aunque los más conocidos y los que derivan directamente de su práctica son el culturismo o la halterofilia.
Aunque no desarrollemos el músculo de un culturista, el entrenamiento de fuerza nos traerá consigo infinidad de ventajas claves para prevenir la osteoporosis:
  • Incrementaremos nuestra flexibilidad
  • Nuestros huesos y articulaciones tendrán un mayor movimiento, lo que fomentará que se desarrollen y crezcan más fuertes.
  • Tendremos tendones y ligamentos más fuertes.
  • Mejorará nuestra densidad ósea
Tipos de entrenamiento de fuerza:
Los tipos de entrenamiento para mejorar la fuerza se clasifican en isométricos, isotónicos e isocinéticos.
  • Ejercicios isométricos: consiste en realizar contracciones estáticas del músculo. Es decir, la posición y el ángulo del músculo que se trabaja no varía durante el movimiento.
  • Ejercicios isotónicos: en este tipo de ejercicio, las contracciones musculares se realizan contra resistencia y a lo largo de un recorrido largo. Los ejercicios isotónicos se realizan en dos fases: una, concéntrica, que es cuando la contracción se realiza con acortamiento del músculo y otra, excéntrica, en la que la contracción del músculo se produce con alargamiento.
La resistencia en este ejercicio puede ser constante (el peso no cambia a lo largo del arco del movimiento) o variable (gracias al sistema de pesas el peso varía en función del arco del movimiento).
  •  Ejercicios isocinéticos:  estos ejercicios proporcionan una resistencia variable a un movimiento y se realizan con aparatos especializados, lo que asegura una velocidad constante en los movimientos y una resistencia proporcional a la fuerza ejercida en cada punto a lo largo de todo el recorrido articular.
Como decíamos, realizando cualquiera de estos tipos de ejercicios, conseguiremos que nuestros huesos se vuelvan más fuertes y resistentes. Si a ello le añadimos una dieta rica en calcio y la supresión de malos hábitos como el alcohol o el tabaco, nuestros huesos no perderán masa ósea y, por tanto, tendremos menos posibilidades de padecer osteoporosis en el futuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario