La “cintura abdominal” está formada por una serie de músculos: transverso del abdomen, musculatura del suelo pélvico, oblícuos, multífidos, psoas ilíaco y recto anterior del abdomen (abdominal).
En el caso de los deportistas es de vital importancia fortalecer los músculos principales que se trabajarán en su deporte, pero también lo será la necesidad de ejercitar el CORE con el objetivo de fijar el tronco, estabilizarlo y protegerlo de los impactos a los que le sometemos a lo largo de los entrenamientos (sobretodo en carrera).
Para los corredores, una buena cintura abdominal ayuda a mejorar la técnica, corriendo de forma más erguida, evitando la típica curvatura de la espalda en condiciones de fatiga que produce un mayor desgaste energético tanto en la pisada como en la zona abdominal. Otro ejemplo puede ser en ciclistas, donde ayuda a mantener durante más tiempo una posición aerodinámica sin un desgaste excesivo.
También para personas sedentarias suele ser común los malos hábitos posturales, incluso la simple posición de bipedestación (de pie) durante un largo periodo produce dolores de espalda, por lo que trabajar la cintura abdominal protegerá a la columna vertebral contra esas agresiones.
En definitiva, el trabajo de CORE, ayuda tanto a la prevención de lesiones como a mejorar la economía del deporte específico (menor gasto energético para un mismo esfuerzo).
¿Cómo se trabaja el CORE?
En próximas entradas se aportarán ejemplos prácticos para su trabajo, pero avanzamos que los abdominales tradicionales que todo el mundo conoce no son los más adecuados, produciendo lesiones de espalda
Estudios científicos nos aconsejan el trabajo de abdominal con transferencia a las actividades cotidianas del día a día, y en el caso de los deportistas con transferencia a su deporte.
