¿Cómo mejorar la resistencia?
El estado de forma cardiovascular se mide en términos
de capacidad aeróbica, y viene representado por la capacidad para realizar ejercicio
físico a una intensidad determinada durante periodos de tiempo prolongados.
Durante ese tiempo, el sistema cardiovascular deberá
ser capaz de mantener un aporte adecuado de oxígeno y nutrientes, tanto a la
musculatura en activo como al resto de los órganos de nuestro cuerpo. Este
aspecto de la actividad física es el que parece proporcionar la mayoría de los
beneficios para la salud derivados de la práctica de ejercicio. A través del
entrenamiento, el corazón, los pulmones, las arterias y otros órganos de
nuestro cuerpo se adaptan para trabajar conjuntamente de forma más eficiente en
respuesta al estrés que supone la actividad física.
Recomendaciones básicas
Realizar actividades capaces de elevar la frecuencia
cardíaca por encima de un punto (basado en la edad, capacidad individual, y
objetivos a conseguir), y que se mantenga dicho nivel de actividad más de 15
minutos por sesión. Caminar, la carrera, la natación y el ciclismo son algunos
de los ejemplos de actividades que desarrollan esta capacidad.
Ejemplos:
·
Caminar a paso ligero (5-6,5 km/hora)
·
Ciclismo de paseo (13-16 km/hora)
·
Natación (esfuerzo moderado)
·
Piragüismo (3,2-6,4 km/h)
·
Baile
¿Cuál es el mejor método de entrenamiento?
Cualquiera que sea la actividad elegida, el
entrenamiento aeróbico requiere aumentar la demanda de oxígeno y mantener esa
intensidad por un tiempo determinado. La intensidad y duración que se mantengan
deberán depender del estado de forma física inicial y de los objetivos que se
hayan fijado. Cualquiera que sea su estado de forma actual, es importante que
los cambios se hagan de forma gradual.
Aumente la duración no más de un 15 a un 20% por
semana.
Duración
La duración depende del nivel inicial y de los
objetivos. Al contrario de lo que parezca, casi cualquier tipo de actividad que
cumpla los siguientes criterios mayores, puede ser utilizada en un programa de este
tipo:
Que trabajen los grandes grupos musculares (piernas,
brazos, espalda/abdomen).
Que pueda ser realizada de forma rítmica y continuada.
Que sea capaz de elevar la frecuencia cardíaca al
55-90% de la frecuencia cardíaca máxima según la edad. Caminar, correr, nadar,
remar, montar en bicicleta, esquí de fondo, senderismo, saltar a la comba,
patinar, aerobic, y baile, son algunas de las actividades que cumplen estos
criterios.
Las modificaciones que se obtendrán con un
entrenamiento continuo son:
·
Aumento del volumen cardíaco, ya que el corazón se acostumbra
a un trabajo de mayor duración.
·
Mejora del aparato circulatorio, logrando que se abran más capilares,
favoreciendo la aportación de oxígeno a todos los organismos,
especialmente a nuestros músculos.
·
Aumenta la capacidad pulmonar y el intercambio de gases en
el pulmón.
PRECAUCIONES
Así mismo este trabajo puede tener algunos aspectos negativos si se realizan en adolescentes o niños que aún no completaron su crecimiento, en
donde un excesivo kilometraje en edad de crecimiento (donde los huesos y
articulaciones no están completamente formados) puede favorecer malformaciones
en rodillas y pies. Por ello, si
observamos que el niño tenga problemas en la técnica de carrera debemos eliminar estos entrenamientos
y centrarnos en ejercicios de técnica. Si no sobrepasamos las
cargas de trabajo e intentamos variar los ejercicios haciendo los mismos más
lúdicos y variados puede ser un trabajo ideal para los niños. Así mismo debemos
tener en cuenta que si nos excedemos en un
trabajo continuo puede repercutir
en una disminución y perjudicar habilidades como la velocidad, fuerza,
velocidad o flexibilidad.
Laura Miguel
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