Las agujetas (nombre médico mialgia diferida) es el nombre coloquial de
un dolor muscular llamado "Dolor muscular de aparición tardía" (en inglés DOMS:
Delayed Onset Muscular Soreness) acompañado de una inflamación muscular Aparece
como un dolor localizado después de un período de ejercicio intenso tras un
período carente de ejercicio. Su síntoma es un dolor intenso y localizado
similar al de pequeñas agujas (de ahí el nombre) y suponen una disminución de la
movilidad y la flexibilidad durante un periodo entre un (24 h) a cinco días,
dependiendo de la actividad y del historial previo de carencia deportiva.
Existen numerosas teorías sobre el origen de las agujetas.
Fundamento de la mialgia
diferida
La mialgia diferida (agujetas) aparece siempre en la
práctica de un ejercicio en la que existe una contracción muscular excéntrica
(contraria a la gravedad - un ejemplo puede ser cuando se corre hacia abajo una
colina). Las investigaciones realizadas muestran que se produce igualmente en
los músculos de animales que en los humanos. El dolor proporciona sensación de
rigidez al atleta y afecta tanto a atletas expertos como novatos, el factor
importante es la "familiaridad" con el ejercicio realizado. La intensidad de la
mialgia es mayor cuanto más intenso ha sido el ejercicio realizado y menos
habitual es en la rutina deportiva, aunque sobre este punto existe todavía una
discusión en la comunidad científica. Existen algunas teorías acerca del
fundamento de la mialgia diferida:
Microrotura de fibras
musculares: esta teoría es la más aceptada por la comunidad científica,
menciona que el dolor muscular y la inflamación se producen debido al número de
microfibras rotas durante la práctica del ejercicio.
Temperatura
incrementada localmente en los músculos: Esta teoría menciona que durante la
práctica del ejercicio el músculo se calienta y en algunas zonas se producen
"microlesiones". Posee cierta similitud con la teoría de las microroturas
musculares y la comunidad cientifica está pendiente de más investigaciones al
respecto.
Acumulación del ácido
láctico: esta teoría, ya en desuso, acaba mencionando que el ácido
láctico resultante de la actividad metabólica en las células musculares acaba
"cristalizando" (de ahí viene su nombre) siendo esta la causa final del dolor
muscular debido a la supuesta presencia de estos cristales intersticiales en el
músculo.
Microrotura de fibras
musculares
La teoría de la microrotura es clásica ya que en
el año 1902 se formuló por primera vez, en ella se menciona que la mialgia
aparece tras la práctica deportiva se explica mediante alguna literatura
científica como una rotura de fibras musculares en su mínima expresión,
técnicamente es la rotura de los sarcómeros musculares. Lo que acaba produciendo
un efecto de inflamación ligero del músculo afectado. Este dolor se debe a dos
razones: porque la fibra muscular es débil y no es capaz de sostener el nivel de
ejercicio, o bien porque se realiza un trabajo muscular cuando se está
desentrenado y la fibra no es capaz de aguantarlo. Los patrones de rotura dentro
del músculo son completamente aleatorios. Existe alguna evidencia científica que
menciona una mayor cantidad de microroturas en los músculos de contracción
rápida. Esta teoría parece ser la más aceptada por la comunidad científica y se
han realizado numerosos estudios en deportistas.
Las zonas más afectadas por
este dolor son las uniones musculares y los tendones cerca de las
articulaciones, esto se debe a que la zona musculotendinosa es donde existen más
fibras musculares débiles y más tensión. Existe un segundo supuesto: los
receptores del dolor (nociceptores) se encuentran en mayor cantidad en estas
regiones. El dolor muscular suele tener un periodo que oscila entre los 5 y 7
días con un pico de dolor que se muestra a los 1-3 días tras el ejercicio. Por
ejemplo, el dolor y la relajación de los músculos no contribuye a la pérdida de
fuerza que aparece en los días de recuperación, no existen evidencias de una
inhibición neuronal sobre los músculos y una desactivación en las unidades
motoras El dolor y la debilidad muscular se deben prinicipalmente a los procesos
inflamatorios más que al daño micromuscular producido. Las investigaciones
realizadas se han fundamentado en el desbalance sobre la homeostasis del calcio
en los tejidos musculares debido a la microroturas musculares.
Aumento de la temperatura
Durante un
ejercicio intenso las células musculares pueden alcanzar temperaturas entre los
38º y los 48º, lo que supone una muerte celular o necrosis. Este proceso genera
una desorganización estructural en los músculos que acaba generando un dolor
generalizado en ciertos músculos. Esta teoría se ha convertido en una derivación
de la de microrotura de las fibras musculares, ya que puede considerarse como
una causa más de la microrotura.
Acumulación de ácido láctico
La teoría
fue establecida por primera vez por Assmussen en el año 1956 y desde entonces la
teoría ha ido siendo cada vez más abandonada por la comunidad científica. En
condiciones de anoxia (falta de oxígeno) como la que ocurre en las células
musculares durante un ejercicio intenso el metabolismo cambia y las células
fermentan los nutrientes para conseguir energía. La fermentación produce mucha
menos energía que el metabolismo normal, que degrada la glucosa a dos ácidos
pirúvicos y este se degrada completamente por otras rutas metabólicas. Sin
embargo, en la fermentación el ácido pirúvico se transforma en ácido láctico que
cristaliza en el músculo. El dolor producido, por tanto, sería el resultado de
la acidez incrementada captada por los nervios y por las microrroturas del
músculo debido a los cristales. Según mencionan algunos autores, esta teoría
tiene pocos fundamentos, la observación muscular mediante biopsias musculares no
ha podido mostrar la aparición de tales cristales. Tras formarse los cristales
de ácido láctico muchos se degradan y una pequeña parte se recombina con otras
sustancias para proporcionar moléculas energéticas (glucosa). Otra evidencia que
niega tal cristalización es que el ácido láctico llega a cristalizar a
temperaturas inferiores a -5ºC, cosa que hace que esta teoría pase a ser una
"leyenda urbana" establecida por la transmisión de deportista a deportista sin
llegar a un fundamento científico claro.
Espasmo muscular
Esta teoría fue
introducida en el año 1961 por Dvries. Esta teoría propone que el dolor sea
resultado de pequeñas descargas eléctricas debido a la fatiga del músculo.
Durante un periodo de actividad intensa las contracciones musculares reducen el
flujo sanguíneo provocando daños a las células (isquemia) lo que produce un
estímulo en las terminaciones nerviosas que vuelven a contraer la fibra
muscular, con lo que se repite el ciclo. El aumento de la actividad eléctrica
produce, además de la excitación de los nervios una gran fatiga muscular por la
falta de flujo sanguíneo. La teoría ha sido criticada por algunos estudiosos de
la fisiología y hoy en día se pone en duda.
Tratamiento de la mialgia diferida
Se han investigado numerosos tratamientos contra la mialgia diferida
tanto en situaciones previas como posteriores al ejercicio. Estas intervenciones
se pueden clasificar en tres amplias categorías:
Farmacológicas:
que emplean tratamientos de productos no-esteroides y anti-inflamatorios
(denominados en inglés: nonsteroidal anti-inflammatory drugs - NSAIDs). Estos
métodos se centran básicamente en aliviar el dolor causado por las agujetas. No
obstante los resultados acerca de sus beneficios son muy confusos ya que existe
abundante literatura que demuestra tanto sus efectos beneficiosas como los
neutros. Algunos medicamentos han sido ligeramente beneficiosos tal y como el
ibuprofeno, el naproxeno, Sin embargo hay estudios que mencionan el
efecto nulo de la aspirina (a pesar de la creencia popular).
Terapeuticos que emplean modalidades físicas: masajes, ejercicios
físicos específicos, crioterapia, ultrasonidos e incluso estimulación eléctrica.
Respecto a algunas terapias como la oxigenación hiperbárica (HBO, una terapia
consistente en la inhalación de Oxígeno (O2) a altas dosis) se está produciendo
un debate científico en la actualidad.
Dietéticas que emplena
suplementos nutricionales tales como las isoflavonas (como pueden ser los
Isoflavones de soja) y algunos aceites procedentes de pescados que se han
mostrado eficaces en el tratamiento. Se necesita todavía un "corpus" de
investigación en esta área.
Prevención
No
existe un método claro para prevenir y tratar las agujetas a pesar de las
numerosas investigaciones. Sin embargo se ha demostrado que los estiramientos
musculares previos a la realización del ejercio así como posteriores disminuyen
la intensidad del dolor. También tiene efectos positivos sacudirse los músculos
durante la realización del ejercicio físico (favorece la circulación sanguínea)
y tomarse una ducha caliente al concluirlo. Es conveniente un calentamiento
previo así como el aumento progresivo del nivel de entrenamiento, empezando por
ejercicios suaves hasta llegar a los más intensos, de este modo las fibras
musculares se preparan para una situación de esfuerzo.
Algunos suplementos
dietéticos que parecen tener algún efecto en la mialgia diferida son la árnica, de origen homeopático; la ubiquinona (coenzima-Q); y la L-carnitina, en ciertos trabajos científicos sobre
corredores de maratón.
Postratamiento
Se
ha realizado una exhaustiva investigación acerca de como tratar las agujetas una
vez se producen. Uno de los métodos más empleados en la medicina deportiva es el
masaje muscular. El uso de antioxidantes (vitamina C y E) no ha dado resultados
positivos para eliminar sus efectos.
Una idea muy extendida y popular es que
el consumo de agua con bicarbonato sódico o azúcar puede utilizarse para
combatir las agujetas. Este remedio casero es el resultado de la aceptación
masiva de la teoría referente al ácido láctico. Puesto que esta teoría está
prácticamente descartada, este método probablemente no evita ni cura las
agujetas ni sus síntomas, pero puede provocar basicidad y problemas gástricos.
Por lo tanto no debe seguirse un tratamiento de este tipo.
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