Ya llega ese momento del año: echando la vista atrás las tiendas han retirado ya los productos de Halloween y están repletos de los relacionados con Navidad. ¡Nuestras dietas corren peligro! Dejando atrás los bikinis y ensaladas, ahora no nos queda más remedio que decir ‘hola’ al suéter y las comilonas de familia, empresa, compañeros de clase, etc. En estas festividades solemos abandonar nuestra dieta e incluso nuestra rutina de ejercicio sufre pérdidas preocupantes.
Llega el momento de pararse a pensar en qué es bueno para mantener nuestro cuerpo en la misma forma durante estas festividades. Por ello no queremos que os quedéis atrás en cuanto a rutina saludables se refiere, y os tenemos preparados 5 consejos esenciales para esta Navidad. Vuestros cuerpos os lo agradecerán con la entrada del nuevo año.
No dejes de entrenar
Los días se hacen irremediablemente más cortos que antes, las bajas temperaturas, el clima demasiado angosto para salir… Las excusas son mucho más fáciles de encontrar ahora que cualquier otra época del año. Como resultado de este cambio de rutina, quemaremos menos calorías de las de consumimos diariamente, y los primeros gramos o kilos comienzan a asentarse en nuestro cuerpo.
Solución
Mantén los niveles de ejercicio en los mismos estándares que antes de estas fechas y, si lo necesitas,créate un horario de actividades. Si el clima y el frío es tu problema, ve a hacer ejercicio en interiores o en casa. Tenemos una rutina quema grasa con posturas de Yoga que te encantará.
Un homenaje por semana
Este homenaje podría referirse a esas comidas/cenas de familia, amigos, trabajo, clase, etc. que solemos tener acumuladas o repartidas en Navidad. No te confíes y pienses: “Vale, es vacaciones, por un mes que me porte mal, no pasa nada… En enero me pongo a tope”. Esto no es así de fácil.
Solución
Planea asistir a una comida/cena por semana en la que te des ese homenaje. Pero en cada unas de las comida prométete a ti mismo comer una buena ración de verduras (para sustituir el pan o las patatas) y fruta para el postre. Así reduciremos, de algún modo, la ingesta de calorías. También puedes hacer desayunos de sólo frutas dos o tres veces en semana.
Comer fruta y verdura de la época
Gripe, tos, resfriados, mucosidades por doquier y otras tantas infecciones y enfermedades relacionadas con estas épocas de frío. Esta es la época del año en la que nuestro sistema inmune está con una mayor tensión frente a agentes externos. Si no comemos suficientes verduras y frutas, probablemente no tengamos la cantidad adecuada de vitaminas y antioxidantes para hacer frente a todos esos males. Como resultado, puedes acabar metido en cama una semana de las vacaciones… Al menos no te pegarás un atracón de comida de aquellos homenajes que hemos comentado antes. Pero tu cuerpo no podrá permitirse el lujo de salir a correr o ejercitarse como siempre.
Solución
Compra cada semana fruta y verdura de la época. Sobre todo, coge aquellos productos con una mayor intensidad de color. La variedad de productos no será tan amplia como en verano, pero tendrás una gran lista de todos modos de donde elegir. Y que no te dé miedo probar alguna fruta o verdura que nunca hayas comido antes. La importancia de comer frutas y verduras está por encima de cualquier gusto personal.
Primero un sopita
Todos los inviernos sucede lo mismo: llegas a casa después de clase o del trabajo, con frío, hambriento y desesperado/a por coger algo calentito para entrar en calor sin importar las calorías que tenga. Lo más normal es que cojamos algún bollo lo metamos en el microondas o un trozo de turrón puede ser la segunda opción.
Solución
Comienza por tomar un sopa calentita casera hecha a base de vegetales. Te calentará por dentro y lo agradecerás. Nos llenaremos de vitaminas, minerales y fibra antes de tomar el plato principal, lo que supondrá que comeremos menos de este último y no acabaremos llenos como muchas veces en estas fechas. Un sopa de guisantes puede ser una buena solución para estos momentos.
Mejor en pareja
Sabemos que es difícil mantener un estado de motivación alto cuando hace tanto frío o está lloviendo fuera. El mejor momento del día para salir si hacemos ejercicio al aire libre sería a cuando el sol está más alto, puede que antes de comer a mediodía. Recuerda que la luz artificial no puede luchar contra el mínimo rayo de sol que pueda atravesar las bastas nubes otoñales.
Solución
Llama a un amigo/a para entrenar juntos. Mantenerse motivado/a todo el rato es el mejor remedio para olvidar el clima en el que te estás ejercitando. Una conversación con un compañero mientras entrenamos hace que nuestra sensación de cansancio se vea reducida notablemente.
Tras pegaros una Navidad sin restricciones, os puedo asegurar que tras el día de Reyes diréis: “Esto no puede seguir así, cada año igual”. Por ello, y para evitar este momento de autoculpa, debéis hacernos caso en algunos de los consejos que os hemos dado, o en todos si os sentís lo suficientemente fuertes para ello. Veréis como en enero no diréis esas cosas y os sentiréis mejor que ningún otro año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario