¿COMO EMPEZAR A HACER DEPORTE?

 

En un mundo ideal sería maravilloso descubrir que el hábito del ejercicio lo desarrollamos en nuestra infancia, lo mantenemos en nuestra edad adulta y finalmente en nuestra vejez. Pero para alivio de muchos, la actividad física es inherente a la raza humana, así que no hay escusas para no empezar.

Desde la prehistoria y durante todos estos miles de años de evolución como especie,  nuestro cuerpo ha evolucionado para moverse. Tenemos extremidades más largas en las piernas para desplazarnos; brazos largos con terminales móviles que nos permiten agarrarnos a casi cualquier tipo de objeto o superficie en el planeta y un cerebro más grande y complejo que el de cualquier otro animal. Poseemos una capacidad cognitiva inigualable, capacidad de raciocinio, capacidad para hacernos preguntas transcendentales y cuestionarnos qué estamos haciendo de nuestra vida y a dónde vamos como seres humanos y cómo especie. Si tenemos todas las herramientas para decidir por nuestro bienestar, ¿por qué dejamos de movernos y empezamos a descubrir las consecuencias de una vida sedentaria?  El desarrollo de la tecnología ha sido un factor muy importante en la falta de actividad física; si a esto le sumamos una
alimentación deficiente en nutrientes, alta en grasas saturadas y con un alto consumo de alimentos manipulados genéticamente, estaremos frente a una incógnita ¿A dónde iremos a parar en la evolución? Entonces empecemos por cambiar nuestros hábitos. Aquí un pequeño test: Cuántas veces tomas el ascensor o gradas eléctricas sin si quiera darte cuenta que las estás usando para subir 1 o 2 pisos. Cuántas veces prefieres esperar y buscar parqueo frente a la puerta de entrada de un establecimiento (obstaculizando el tránsito muchas veces) sin darte cuenta que a una cuadra o a un piso más abajo hay plazas vacías para estacionar. Cuántas veces prefieres manejar cuando vas a un lugar a 3 o 4 cuadras de distancia. Si te invitan a una caminata o mañana deportiva ¿eres de l@s que inventan mil excusas y enfermas a toda la familia para no asistir? Eres de l@s que tienen una mascota y la sacan a pasear al jardín en vez de llevarla a caminar alrededor de la manzana o al parque ¿Cómo empezar? Primero tienes que reconocer cuáles son tus limitaciones físicas, si el subir un piso por las gradas te corta el aliento o no has hecho actividad física en un par de años, no elijas actividades de alta intensidad o deportes de contacto por que lo primero que lograrás es lesionarte y terminar con las buenas intenciones de hacer un cambio en tu vida. Empieza con una actividad moderada 4 veces por semana entre 30 – 45 minutos por sesión. La caminata, natación, baile, Bicicleta, caminador, orbitrek, clases grupales en un gimnasio, pilates, yoga son buenas opciones. Recuerda que el período de adaptación del cuerpo a la nueva actividad dura 3 semanas y  es cuándo más disciplinado y constante debes ser.  El sobrepeso, problemas articulares, lesiones son un limitante que al momento de elegir una actividad equivocada podrían desmotivarte y  frustrarte al no poder hacer muchos de los ejercicios o movimientos. Paciencia y moderación. En esta etapa deber ir aumentando la intensidad de a poco. No por hacer más ejercicios en un solo día vas a lograr resultados más rápidos. La segunda meta a vencer son  las primeras 12 semanas o 3 meses.  Si logras mantenerte ejercitando por este período será más fácil lograrlo por 6 meses y finalmente 1 año. La activada física no es algo que se debe hacer por un par de semanas o para bajar 2 tallas y entrar en el vestido de la fiesta de grado o matrimonio, sino algo que debemos incluir en nuestro día a día como hábito de buena salud.
La mayoría de personas que ejercitan por años saben que hay días en que no tienen ganas de hacer nada y quisieran quedarse en cama. Todos reconocen que si hubieran seguido ese impulso de parar no habrían logrado cambiar sus vidas. En el proceso de cambiar hábitos es mejor hacer pequeñas modificaciones. Después de esta segunda etapa empiezas a notar los beneficios del ejercicio tanto en tu forma física como en tu parte emocional. Con la actividad física el cuerpo genera unas hormonas que producen placer y motivación (dopamina), alivian los estados de ánimo (serotonina) y producen felicidad (endorfinas). Una forma rápida de producir estas hormonas es activando la sexualidad y las visualizaciones placenteras como paisajes o situaciones personales de éxito, bienestar y satisfacción. Somos seres eminentemente sociales por lo que la siguiente etapa para mantenerte motivado sería unirte con personas  o grupos afines que disfruten de la misma actividad deportiva. Así te transformas en un agente de cambio. Recuerda entonces estos puntos para empezar. ¿Cuál es tu motivación para empezar a hacer ejercicio? ¿Por qué quieres hacerlo? Mide tus resultados. Lleva una bitácora de tus logros para que puedas compararte con lo que hacías hace un mes o hace un año. El estar presente con nuestra mente en la actividad física nos ayudará a mejorar la técnica y a disfrutar de lo que hacemos. Muchas veces durante la práctica deportiva estamos pensando en el trabajo, la familia, los problemas y terminamos haciendo algo que no disfrutamos. Y aún peor terminamos lesionados por no estar conscientes. Si vas a empezar no olvides esta frase: “Los ganadores nunca se rinden, y los que se rinden nunca ganan” .