La edad es más bien un concepto
mental, la verdadera se lleva por dentro. Esta es la premisa que nos
propone Julián Campo, donde nos cuenta en qué consiste el proceso de
envejecimiento y los distintos tipos de edades que tiene nuestro cuerpo.
El aspecto juvenil, la longevidad y vitalidad dependen de la calidad de tu vida y de tus hábitos, no solamente de la fecha de tu nacimiento. Es chistoso que para muchos la edad tenga significado negativo tanto así que preguntar la edad puede ser tomado como una falta de respeto. Esto es por que a partir de cierta edad se asocia con el tan rechazado envejecimiento, enfermedad y muerte. Pero no es condicionante que el pasar de los años sea sinónimo de enfermedad, ¿o si? Hemos crecido en una sociedad Gerascofóbica (fobia a envejecer) no por el proceso del paso de los años sino por significado que le damos al mismo.
Por el contrario, para muchas sociedades el paso de los
años enriquece la vida y las personas con más tiempo en su haber son
considerados sabios y se les debe respeto. Saben que es una parte
esencial al proceso de vida, en la que el crecer físico, se traslada a
crecimiento espiritual, laboral y económico.
Para muchos, el paso de los años parece que no fuera tan
intenso y siguen gozando de salud y apariencia de juventud a pesar del
paso del tiempo, por lo que esto nos lleva a plantearnos dos criterios
para hablar de la edad, la edad cronológica y la edad biológica
Edad cronológica
Es la edad del individuo en función del tiempo
transcurrido desde el nacimiento. Es por tanto, la que dice la cédula y
se mide en años calendario y tiene un valor social o legal más que
biológico.
Edad biológica
Representa el estado funcional de
nuestros órganos comparados con patrones estándar para la edad
cronológica. La edad biológica no sólo esta asociada a la expectativa
de vida -que en nuestra región es de 76 años- ya que no se trata de
cuantos años vas a vivir sino como los vamos a vivir. No cantidad, es
calidad.
Según índices de la OMS, hoy en día, gracias a malos
estilos de vida se han generado enfermedades no transmisibles que
deterioran nuestro aspecto y el funcionamiento del cuerpo. Son de larga
duración, matan a más de 36 millones de personas cada año y comparten
cuatro factores de riesgo que son completamente prevenibles y que
dependen de nosotros:
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Nuestra células llevan la cuenta le tiempo, Una de las teorías del envejecimiento más apoyadas por datos científicos nos habla del acortamiento telomérico como verdadero reloj biológico que dicta la edad de nuestras células. Los telómeros son estructuras en los extremos de nuestros cromosomas y su extensión disminuye de manera proporcional al número de veces que la célula tuvo que realizar el proceso de replicación. Este estudio determinó que el estrés junto con los malos hábitos, acortan aun mas los telómeros.
Aquí algunas recomendaciones para optimizar sus funciones corporeales buscando una edad biológica inferior.
“Sólo se envejece cuando se
abandonan los ideales. Los años arrugan la piel; el pesimismo arruga el
alma. Uno es tan joven como su fe, tan viejo como su temor, tan joven
como la confianza que tiene de si mismo, tan viejo como su duda, tan
joven como su esperanza, tan viejo como su desesperación”.
Frank Crane
Por Julián Campo
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