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lunes, 20 de octubre de 2014

¿EXISTE REALMENTE LA "VENTANA ANABÓLICA" POST-ENTRENAMIENTO?


Varias investigaciones han estudiado si existe realmente una “ventana anabólica” en el periodo post-ejercicio con respecto a la síntesis de proteínas, pero a pesar de las recomendaciones muy generalizadas, la evidencia para esta práctica no está clara. Así, algunas investigaciones han observado, efectos similares entre la ingesta de aminoácidos 1 h ó 3 h post ejercicio, mayores efectos sobre la síntesis de proteínas musculares al ingerir antes del ejercicio una solución de hidratos de carbono (HdC)+aminoácidos, respecto a inmediatamente después, o de proteínas whey (20 g) antes o después del ejercicio. Además, la hipótesis de la “ventana anabólica” está formulada sobre la suposición de que el entrenamiento se realiza en estado de ayunas. Así, en caso de realizar entrenamiento de fuerza después de una noche de ayunas, si tendría sentido proveer de una inmediata intervención nutricional –idealmente proteínas + HdC- para proveer la síntesis de proteínas musculares y reducir la proteólisis, y por tanto cambiando de un estado catabólico a uno anabólico. 

Pero en la práctica, lo normal es que antes del entrenamiento se consuman nutrientes (1-2 h antes) en un intento de favorecer el rendimiento en el propio entrenamiento. En este sentido, Tipton y col demostraron que una pequeña dosis de aminoácidos esenciales (6 g) ingerida justo antes del entrenamiento, fue capaz de elevar los niveles hasta 2 horas después de finalizado el mismo. En este escenario, pautar la ingesta de proteínas justo después del entrenamiento con el fin de mitigar el catabolismo muscular parece redundante. Otros estudios han observado que los efectos anabólicos de una comida se extienden hasta las 4-6 h post-ingesta. Desde un punto de vista práctico, si el entrenamiento se inicia más de 3-4 h después de la ingesta de una comida, la clásica recomendación de consumir proteínas (25-30 g) tan pronto como sea posible una vez finalizado el entrenamiento, tiene sentido con el fin de revertir el estado catabólico, lo que favorecerá la recuperación y el crecimiento muscular. 

 Desde un punto de vista práctico, una dosis de proteínas de alta calidad (0,4-0,5 g/kg  30 g) antes o después del ejercicio puede ser válida como norma general; la ingesta adicional de HdC no parece aportar grandes ventajas, si la cantidad de proteínas es suficiente (Aragon y Schoendeld, 2013; J Int Soc Sports Nutr 29-ene).

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