Siempre he mantenido que lo primero de lo que debemos disponer
para que un programa de entrenamiento tenga éxito es... dedicarle
tiempo. Vivimos en la sociedad de los "atajos", del beneficio rápido,
muchas personas incluso prefieren gastar dinero a invertir su tiempo en
obtener los beneficios ya sean de salud, rendimiento o estéticos.
Y sí, he dicho "invertir" porque el tiempo dedicado a nuestro
bienestar sin duda revierte en beneficios de incalculable valor, muchos
de ellos que ni siquiera se pueden obtener con dinero. Muchas personas
piensan que hacer ejercicio, incrementar su salud o mejorar físicamente
necesita mucho tiempo, es la excusa perfecta, está es la diferencia
entre las personas que ven una oportunidad o las que buscan excusas para
justificar su falta de iniciativa y esfuerzo. Lo cierto es que para
obtener estos beneficios que nos aporta el llevar una vida activa y
saludable son mínimos, seguramente la mayoría de la población pierde
mucho tiempo vital plantado delante del televisor o navegando por
internet (espero que este no sea el caso). 30 minutos de actividad
física 3 veces por semana sería ya suficiente para evitar multitud de
alteraciones y desde luego para conseguir un estado de forma física
aceptable.
La
mayoría de información que encontramos de entrenamientos van dirigidos a
la mejora y optimización de la forma física, conllevan una
planificación y dedicación más elevada. Así que ese gran porcentaje de
población que aún está en situación sedentaria y que hasta el momento no
dispone de mucho tiempo (o es su gran excusa), son los que realmente
necesitan ideas, orientaciones y sobre todo recursos de fácil aplicación
para comenzar en estos primeros estadios de actividad. Este es el
objetivo del artículo que en este mes de febrero público en Sport Life,
un artículo donde además de concienciar de que para obtener beneficios
realmente no es necesario invertir mucho tiempo, también intento aportar
contenidos, medios y métodos para que estas personas tengan un apoyo
fácil y efectivo.
Muchas personas que entrenan fuerza en el gimnasio invierten
demasiado tiempo en sus sesiones. Para mí un entrenamiento de fuerza
bien planteado, no debe durar más de 45 minutos, sin embargo hay
entusiastas que superan este tiempo ampliamente con ejercicios no
solamente innecesarios sino incluso contraproducentes a su objetivo. Mas
nunca es mejor, menos en el desarrollo de la fuerza ya que es una
cuestión de intensidad y no de volumen.
Otro
perfil son esas personas que solamente ir y volver del gimnasio ya
requiere más tiempo que el propio entrenamiento. Pero tenemos soluciones
para hacer en casa, incluso más interesantes que las salas de fitness
llenas de máquinas. En el artículo propongo como con medios sencillos
como elásticos, un cajón y por supuesto tu propio cuerpo (o el de tu
pareja, mucho más interesante...), se pueden conseguir multitud de
variables obteniendo un entrenamiento completo.
Por
último, hoy en día existen aplicaciones muy atractivas que nos
facilitan el control del tiempo obligándonos a respetar los tiempos de
recuperación adecuados y planteados, ya que es en esta variable donde la
mayoría de la gente dilata su entrenamiento. Una cuestión por cierto,
que no se le da la importancia que merece, no entiendo a estas personas
que eligen sus ejercicios, no se saltan una repetición y ponen todo su
esfuerzo en cada serie para luego no respetar el tiempo de recuperación
ocupando la recuperación en charlas, paseos o hacer vida por las redes
sociales con el móvil.
Para todos los que quieran disponer de más recursos, de obtener ideas
para sus sesiones, optimizar el tiempo invertido, conocer materiales
para equiparse una zona de entrenamiento en casa en pocos metros o para
conseguir mejores resultados en el gimnasio con menos tiempo.
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