Entrena bien todo el año sin desfallecer.
MOTIVACIÓN BÁSICA
El deportista que se mantiene motivado para conseguir un prestigio social, alcanzar un reto personal, algún tipo de remuneración económica o lograr un campeonato practica deporte impulsado por su motivación básica. Es decir, la motivación básica es la base estable de la motivación que determina el compromiso del deportista con la propia actividad deportiva que realiza, y tiene que ver con aspectos relacionados con victorias, satisfacción, autorrealización… Se produce cuando el deportista piensa en la competición que desea realizar; en ser valorado por amigos, familia, la foto de la carrera de sus sueños…
MOTIVACIÓN COTIDIANA
Se refiere a la motivación por el día a día, al interés por la actividad deportiva y la gratificación inmediata que ésta produce. Tiene que ver con el ambiente de entrenamiento, con el gusto mismo por correr, la superación de una jornada de trabajo deportivo complicada, la obtención de pequeños retos... Este tipo de motivación es la que hace que el deportista rinda adecuadamente.
BUSCAR ESTRATEGIAS APROPIADAS
Para que la motivación del deportista sea adecuada, hay que combinar tanto la básica como la cotidiana, de forma que el atleta tenga un buen compromiso con la actividad y una estimulación diaria que le permita realizar las tareas adecuadas de cada sesión, además de ese entrenamiento invisible que es tan necesario.
Así por ejemplo, si el corredor posee una dosis adecuada y estable de motivación básica y tiene presente el reto deportivo a lograr (o
los motivos que la mantienen en ese nivel) tendrá una disposición favorable para entrenar y cuidarse. De lo contrario, si falla uno de los dos aspectos, o bien no se planteará entrenamientos lo suficientemente intensos (ni tendrá una dieta estricta, horarios…) y probablemente buscará excusas para cambiar
entrenos, hábitos… o incluso abandonará la actividad deportiva.
los motivos que la mantienen en ese nivel) tendrá una disposición favorable para entrenar y cuidarse. De lo contrario, si falla uno de los dos aspectos, o bien no se planteará entrenamientos lo suficientemente intensos (ni tendrá una dieta estricta, horarios…) y probablemente buscará excusas para cambiar
entrenos, hábitos… o incluso abandonará la actividad deportiva.
Tanto el corredor como su entrenador han de buscar las estrategias apropiadas para que ambos niveles de motivación se mantengan en su estado óptimo. En el caso de la motivación básica, deberán encontrar y mantener los objetivos apropiados que sean lo suficientemente estimulantes como para tener ese compromiso necesario. Los aspectos relacionados con la motivación cotidiana tienenque ver con lo bien que se lo pasa en el entrenamiento, con la gratificación que recibe del entrenador, es decir, con lo a gusto que entrena, con hacer una dieta adecuada, descansar convenientemente y, sobre todo, con
lo bien que se sienta practicando el running. Controlar y conocer estos aspectos mejorará sensiblemente no sólo el rendimiento deportivo del atleta, sino también la satisfacción y la calidad deportiva del deportista.
lo bien que se sienta practicando el running. Controlar y conocer estos aspectos mejorará sensiblemente no sólo el rendimiento deportivo del atleta, sino también la satisfacción y la calidad deportiva del deportista.
¿QUÉ ENTENDEMOS POR MOTIVACIÓN?
El empeño persistente e intenso por conseguir algo. Cuanto mayor es ese interés, más dispuesto está un deportista a realizar todas las acciones (entrenamientos, sacrificios, viajes, tiempo…) que le llevan a lograr el objetivo que se plantea, bien sea una clasificación deportiva, madrugones, mejorar una marca, pasar un buen rato o superar retos personales. Por tanto, la motivación es un aspecto esencial para poder realizar correctamente un deporte, ya que influye decisivamente en el control de la alimentación, el sacrificio personal, superación de los momentos duros y adversos… Una adecuada dosis de motivación (en su justa medida) es necesaria para poder funcionar bien durante toda la temporada deportiva.
DAVID PERIS DELCAMPO, autor de este artículo, es psicólogo deportivo, Master en Psicología del Deporte, Técnico Deportivo Superior y psicólogo colaborador con la Real Federación Española de Atletismo desde 2002. También es profesor del Master en Psicología del Deporte del Colegio Oficial de Psicólogos de Valencia, Asesor Psicológico de la Etapa de Formación de Base del Valencia C.F. y autor del libro "Los padres son importantes… para que sus hijos hagan deporte.
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