El mejor decálogo para el día de la prueba
1. Deja todo preparado la noche antes. Desde la ropa de correr, el sujetador, las zapatillas, los calcetines (nada debe ser nuevo; tienes que haber corrido con todo al menos 3 ó 4 veces) más el dorsal y hasta la botella de agua para hidratarte antes de la salida.
2. Que no te agobien con los hidratos. Para una carrera de 7 km no necesitas hacer una carga de hidratos durante la semana anterior a base de comer pasta y arroz todos los días. Si no estás acostumbrada, ¡incluso puedes llegar a ganar peso y enlentecer tu carrera. El sábado prueba a cenar un plato ligero de pasta o arroz con salsa de tomate casera y una pechuga de pollo o un pescado a la plancha con ensalada y fruta de postre. ¡Y no te acuestes justo después de cenar ni te vayas a dormir muy tarde!
3. La noche antes de la carrera puede que estés nerviosa y no puedas dormir bien, tómate una tila con anís verde para conciliar mejor el sueño y hacer mejorar la digestión de la cena.
4. Levántate al menos dos horas antes de la salida para que tu cuerpo esté activado cuando te toque correr.
5. No te pases desayunando. La carrera es corta, 7 km, y si estás haciendo una pesada digestión lo normal es tengas flato. Un yogur con miel y muesli o un vaso de leche o un café con una tostada son buenas opciones. Evita los alimentos con fibra y sobre todo no hagas experimentos: come lo que tu cuerpo esté acostumbrado.
6. Llega una hora antes a la salida. Evitas nervios, y coges el chip sin agobios. Haz un calentamiento de 20 minutos corriendo suave más 3-4 pequeños sprints y luego haz una suave sesión de estiramientos.
7. En una carrera tan corta te dará “chispa” extra tomarte un café o un té tres cuartos de hora de antes de empezar a correr.
8. Si antes de la carrera tienes mucha hambre, nada mejor que un plátano media hora antes de salir para darte la chispa de energía que necesitas.
9. Cuando dan la salida hay una euforia colectiva que hace que todo el mundo más que correr, huya. Intenta mantener la mente fría y no estropear la carrera con un primer kilómetro tan veloz que ya no puedas recuperarte en los siguientes.
10. Lleva tu reloj-cronómetro y controla el tiempo que tardas en hacer cada kilómetro (están marcados con paneles). De esa forma puedes ir ajustando tu ritmo.
2. Que no te agobien con los hidratos. Para una carrera de 7 km no necesitas hacer una carga de hidratos durante la semana anterior a base de comer pasta y arroz todos los días. Si no estás acostumbrada, ¡incluso puedes llegar a ganar peso y enlentecer tu carrera. El sábado prueba a cenar un plato ligero de pasta o arroz con salsa de tomate casera y una pechuga de pollo o un pescado a la plancha con ensalada y fruta de postre. ¡Y no te acuestes justo después de cenar ni te vayas a dormir muy tarde!
3. La noche antes de la carrera puede que estés nerviosa y no puedas dormir bien, tómate una tila con anís verde para conciliar mejor el sueño y hacer mejorar la digestión de la cena.
4. Levántate al menos dos horas antes de la salida para que tu cuerpo esté activado cuando te toque correr.
5. No te pases desayunando. La carrera es corta, 7 km, y si estás haciendo una pesada digestión lo normal es tengas flato. Un yogur con miel y muesli o un vaso de leche o un café con una tostada son buenas opciones. Evita los alimentos con fibra y sobre todo no hagas experimentos: come lo que tu cuerpo esté acostumbrado.
6. Llega una hora antes a la salida. Evitas nervios, y coges el chip sin agobios. Haz un calentamiento de 20 minutos corriendo suave más 3-4 pequeños sprints y luego haz una suave sesión de estiramientos.
7. En una carrera tan corta te dará “chispa” extra tomarte un café o un té tres cuartos de hora de antes de empezar a correr.
8. Si antes de la carrera tienes mucha hambre, nada mejor que un plátano media hora antes de salir para darte la chispa de energía que necesitas.
9. Cuando dan la salida hay una euforia colectiva que hace que todo el mundo más que correr, huya. Intenta mantener la mente fría y no estropear la carrera con un primer kilómetro tan veloz que ya no puedas recuperarte en los siguientes.
10. Lleva tu reloj-cronómetro y controla el tiempo que tardas en hacer cada kilómetro (están marcados con paneles). De esa forma puedes ir ajustando tu ritmo.
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