Portada

Portada

viernes, 15 de marzo de 2013

¿PUEDO COMER CARNE DE CABALLO?

Es saludable, nutritiva y apta para el consumo.

Carpaccio de carne de caballo.

Seguro que tus abuelos no se han echado estos días las manos a la cabeza cuando han visto las últimas noticias relacionadas con la carne de caballo encontrada en productos preparados que supuestamente tenían vacuno. Muy probablemente ellos recuerden haber comido filete de potro, ya que era un producto habitual durante la Guerra Civil, cuyo consumo ha decaído hasta ser consumido sólo de modo minoritario.
La carne de caballo es totalmente apta para el consumo. Y no es de baja calidad, ya que se recomendaba para niños que comienzan a consumir carne y en casos de anemia por falta de hierro. Todavía estás a tiempo de descubrir algunas de sus propiedades, ya que hay carnicerías especializadas en cortes equinos. Verás que vale la pena probarla.
A primera vista la diferenciarás por el tono rojo intenso, ya que contiene mayor mioglobina y vasos sanguíneos que las carnes de ternera y de cerdo (algo más rosado si se trata de un potro). Notarás un sabor algo más dulzón, ya que contiene un mayor aporte de hidratos de carbono que otras carnes rojas, por lo que es probable que les agrade a los más pequeños de la casa. También es más fácil de digerir que la de vaca.
En cuanto a las propiedades nutricionales la carne de caballo es menos grasa que la de vacuno o cerdo. Concretamente, entre 1 y 3 gramos de lípidos por cada 100 gramos de producto. En estas grases predominan los ácidos grasos monoinsaturados frente a los poliinsaturados, lo que la hace más saludable, sin despreciar el valor proteico, de unos 20 gramos por cada 100 de producto. El aporte calórico (100-120 calorías por 100 gramos) es menor que en el caso del vacuno (130-150 por cada 100 gramos) y se sitúa en las menos calóricas de tipo animal. Su alto contenido en hierro y minerales (fósforo, magnesio, zinc y cobre) la hacen ideal para procesos de anemia.
Te preguntarás por qué, si es tan buena, existe toda esta polémica alrededor. La respuesta está en el bolsillo. El precio de la carne de caballo es menor que el de vacuno, por lo que el escándalo es un fraude en el etiquetado a los consumidores, pero en ningún caso entraña ningún riesgo para la salud, tal y como han señalado desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Básicamente, estábamos comiendo "gato por liebre". Quién sabe, quizá toda esta polémica te sirva para conocer un producto con excelentes propiedades y al que hasta ahora estabas dando de lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario