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martes, 13 de enero de 2015

¿POR QUÉ E ACEITE DE OLIVA EXTRA ES BUENO PARA EL CORAZÓN?


La dieta mediterránea no sería dieta mediterránea si eliminásemos uno de sus ingredientes estrella: el aceite de oliva virgen extra. De sobra son conocidas las bondades saludables asociadas al denominado 'oro líquido', a la hora de cocinar y condimentar nuestros platos del menú. El aporte de antioxidantes y ácidos grasos le convierten en una opción más que recomendada paracuidar nuestra salud cardiovascular, ayudándonos a reducir los niveles de colesterol malo (LDL), y protegiéndonos de afecciones como la arterioesclerosis. Es por ello que la Fundación Española del Corazón (FEC) recomienda el consumo diario de aceite de oliva en cada uno de nuestras comidas.
Justamente el aceite de oliva adquiere un papel protagonista en la prevención de la arterioesclerosis y también como controlador de la presión arterial. "Este zumo de aceituna natural, considerado el oro líquido de nuestra dieta, nos aporta un alto valor nutritivo necesario para seguir una alimentación equilibrada y saludable, esencial para el correcto funcionamiento del motor principal del organismo, nuestro corazón", destaca el doctor Leandro Plaza, presidente de la FEC.



Prevención de enfermedades crónicas del corazón
Aparte de ser un alimento de alto contenido en vitaminas y antioxidantes, el aceite de oliva también sobresale porque proporciona otro tipo de compuestos naturales. Hablamos de los llamados carotenos y polifenoles, que se tratan de sustancias químicas que se encuentran en las plantas, y resultan muy beneficiosas para controlar las enfermedades crónicas derivadas del sistema cardiovascular.
El efecto cardio-protector de los polifenoles tiene su importancia a la hora de combatir la arterioesclerosis, en cuyo proceso se genera un endurecimiento y estrechamiento de las arterías como consecuencia directa de la pérdida natural de la elasticidad
En este sentido, el efecto cardio-protector de los polifenoles tiene su importancia a la hora de combatir la arterioesclerosis, en cuyo proceso se genera un endurecimiento y estrechamiento de las arterías como consecuencia directa de la pérdida natural de la elasticidad. Además, esta enfermedad, la arterioesclerosis, es la principal responsable de la aparición de múltiples afecciones cardiovasculares desde la angina de pecho, pasando por la hipertensión hasta el infarto de miocardio, entre otros. De esta forma, hay estudios que confirman que los polifenoles son capaces de conservar la función endotelial, generando mayores cantidades de óxido nítrico que permiten regular tanto el riesgo isquémico -disminución del riego sanguíneo- como el estrés oxidativo.
Otro de los grandes beneficios del aceite de oliva se encuentra en el ácido oleico, un tipo de grasa monoinsaturada, cuya acción beneficia a los vasos sanguíneos, ya que ayuda en la importante misión de disminuir los niveles de colesterol malo (LDL), al tiempo que aumenta el colesterol bueno (HDL). "La sustitución de grasas saturadas por grasas insaturadas en la dieta, contribuye a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo. Tanto el ácido oleico como el ácido omega3 son grasas insaturadas", explica el Dr. Plaza; quien añade que, "para disminuir el riesgo cardiovascular y en general mejorar la salud, es recomendable volver a las viejas costumbres de la dieta mediterránea y utilizar el aceite de oliva como principal grasa de nuestra dieta".

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