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domingo, 5 de abril de 2015

LOS NIÑOS Y EL ENTRENAMIENTO DE FUERZA.

El entrenamiento de fuerza en los más pequeños de la casa, los niños. Hay una cantidad de dudas, mitos y realidades sobre este tema, y el más generalizado es el riesgo de que disminuya el proceso de crecimiento y desarrollo.

Hemos hablado muchas veces sobre los riesgos que puede tener un entrenamiento mal planificado y ejecutado incorrectamente en la práctica deportiva. Las lesiones están a la vuelta de la esquina, ya sea en personas adolescentes, adultas o en niños.

En cambio, un entrenamiento bien diseñado, tanto en volumen como intensidad, y estando (en este caso) enfocado al trabajo y mejora de la fuerza, puede resultar bastante beneficioso para el desarrollo físico tanto en niños como en edades más adultas (adolescentes).

Es un tema muy difícil de tratar, y existe una cantidad muy variada de opiniones en este aspecto, pero me gustaría comentar ciertos puntos verdaderamente importantes sobre este tema que quizás pueda ayudar a cambiar de opinión o, por lo menos, hacer reflexionar a aquellas personas que se muestran muy negativas en cuanto al entrenamiento de fuerza en edades tan tempranas.

Aspectos a tener en cuenta si los niños comienzan a realizar entrenamientos de fuerza

Boy exercising with dumbbell at mirror in bedroom
 - No detendrán su crecimiento: por ahora no está demostrado de forma clara y precisa que un niño ponga en riesgo su crecimiento y desarrollo.

Un plan de entrenamiento bien diseñado y estructurado no resulta perjudicial en este aspecto, siempre y cuando este supervisado por algún experto y se encuentre bien adaptado al niño. Es más, podría favorecer su desarrollo físico y psicológico.

– No resulta inseguro: cualquier tipo de actividad física produce ciertos riesgos, pero si se ejecuta perfectamente y se tiene una buena planificación, prestando verdadera atención en este tipo de edades, el entrenamiento de fuerza puede ser tan seguro y beneficioso como los demás.

Es bueno recordar que se trata de edades mucho más tempranas, y el riesgo de lesión puede ser levemente mayor que el de un adulto, pero no por ello tiene que ser mucho más peligroso.

– Podrán generar y aumentar su fuerza: algo que resulta incierto. Un niño puede generar un aumento de fuerza similar (que no igual) a la de un adulto. Dependiendo de la edad y de otros factores, se aumentará en mayor o menor medida la fuerza, pero eso no quiere decir que en bajas edades no se pueda mejorar esta capacidad física.

– No perderán su flexibilidad: el trabajo con cargas no impide ni disminuye la flexibilidad. Si se combina con tiempos de estiramientos y trabajos para mejorar la flexibilidad, se producirá el efecto contrario.

Algunos de sus beneficios


Mejoras en los niveles de fuerza y potencia.

Ayuda a mejorar el rendimiento en otros deportes (baloncesto, fútbol?).

Reduce el riesgo de lesión en otras actividades físicas.

Aumento de las capacidades motoras (salto, velocidad?).

Mejoras en la composición corporal y en el perfil lipídico.

Ayuda a la rehabilitación de lesiones.

Puede mejorar notablemente la salud.
Opinión personal

El entrenamiento de la fuerza en edades tan tempranas permite conseguir una buena base para desarrollar de forma adecuada ciertas capacidades que requieran sus deportes preferidos. Se podría decir que es un buen complemento que aleja de la monotonía de practicar siempre actividades aeróbicas.

pesas-niños 

La fuerza es importante entrenarla en todas las etapas de la vida, en mi opinión, y resulta muy beneficioso y saludable para quien lo practica. Los niños deben hacer aquello que más les gusta y lo que más disfruten, y no se debe de imponer una actividad física con la que el propio niño no está conforme, etc.

Se conocen casos en los que se someten a niños a duros entrenamientos sin la posibilidad de poder hacer mucho más a lo largo del día. Eso es algo que no comparto, ya que un niño tiene que salir a jugar, conocer a más niños, tener momentos de ocio, tener tiempo para aprender y ser curioso, etc. Ese tipo de casos tan extremistas dañan la infancia del niño, y posiblemente muchos aspectos psicológicos venideros.

Los entrenamientos de fuerza, correctamente estructurados y supervisados por un profesional, aportan muchos beneficios tanto física como mentalmente. Esto les permite disfrutar de la práctica de otro tipo de actividades con mayor seguridad, incluso con la posibilidad de mejorar su rendimiento y nivel.

Sin duda, es una buena alternativa para los más pequeños, y no hay que tener tanto miedo. De hecho, una de las causas de este miedo es la de estar acostumbrados a ver a numerosos niños y adolescentes hacer entrenamientos de forma incorrecta y peligrosa que ocasionan lesiones y otro tipo de factores negativos. Simplemente, hay que asegurarse en la mayor medida de lo posible de que esto no sea así.



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