Los atletas o practicantes de musculación que se lesionan se hacen una
pregunta que puede ser contestada por los fisioterapeutas, pero cuando
hablamos de rehabilitación, el sentido común y el instito es más
importante para evitar provocar lesiones, en especial en un determinado
ejercicio donde la falta de confort se puede convertir en dolor y esto
es algo que nadie quiere sentirlo a lo largo de su plan de
entrenamiento.
La cuestión aquí se centra en la pregunta “Duele ?”; y sólo puede ser respondida de dos formas, SI o NO; si la respuesta es "SI", entonces el cuerpo no está preparado para realizar ese ejercicio, por mucho que le guste al practicante desarrollar los movimientos para un determinado grupo muscular, pero todo parece simple, aunque no lo sea.
El punto crítico es que si el "SI" puede ser relativo, porque tras calentar, el dolor puede desaparecer y en este caso el tratamiento o suplemento mágino no existe; el ejercicio secreto tampoco porque no existe ningún secreto, solo se debe usar el sentido común y para cada organismo, existe una sensación única.
En definitiva, el ejercicio no debe provocar dolores, pero muchas veces los atletas y practicantes de musculación ignoran el dolor y lo aceptan, con una falta de responsabilidad que puede desarrollar un dolor muscular de aparición tardía, que ocurre a los dos días después de una sesión intensa de musculación o de entrenamiento cardiovascular.
En el mejor de los casos, este dolor solo debe durar dos días y se limita a los músculo, y de ninguna manera a las juntas o los tendones; la presencia de dolor al inicio de un ejercicio no es normal ni saludable y es un indicador claro de la existencia de un problema.
La progresión en cualquier ejercicio de musculación deberá estar basada en la realización de la amplitud completa del movimiento sin dolor, que produce una congestión y un ardor muscular, sin dolores en las juntas, y si se tiene que cambiar o reducir la amplitud del movimiento, es síntoma de un problema.
La ejecución del ejercicio cardiovascular también debe estar libre de dolores y debe seguir la regla de los 10%; no aumentar el tiempo o la distancia más del 10% de la siguiente sesión.
La cuestión aquí se centra en la pregunta “Duele ?”; y sólo puede ser respondida de dos formas, SI o NO; si la respuesta es "SI", entonces el cuerpo no está preparado para realizar ese ejercicio, por mucho que le guste al practicante desarrollar los movimientos para un determinado grupo muscular, pero todo parece simple, aunque no lo sea.
El punto crítico es que si el "SI" puede ser relativo, porque tras calentar, el dolor puede desaparecer y en este caso el tratamiento o suplemento mágino no existe; el ejercicio secreto tampoco porque no existe ningún secreto, solo se debe usar el sentido común y para cada organismo, existe una sensación única.
En definitiva, el ejercicio no debe provocar dolores, pero muchas veces los atletas y practicantes de musculación ignoran el dolor y lo aceptan, con una falta de responsabilidad que puede desarrollar un dolor muscular de aparición tardía, que ocurre a los dos días después de una sesión intensa de musculación o de entrenamiento cardiovascular.
En el mejor de los casos, este dolor solo debe durar dos días y se limita a los músculo, y de ninguna manera a las juntas o los tendones; la presencia de dolor al inicio de un ejercicio no es normal ni saludable y es un indicador claro de la existencia de un problema.
La progresión en cualquier ejercicio de musculación deberá estar basada en la realización de la amplitud completa del movimiento sin dolor, que produce una congestión y un ardor muscular, sin dolores en las juntas, y si se tiene que cambiar o reducir la amplitud del movimiento, es síntoma de un problema.
La ejecución del ejercicio cardiovascular también debe estar libre de dolores y debe seguir la regla de los 10%; no aumentar el tiempo o la distancia más del 10% de la siguiente sesión.
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