Sabemos que lograr una buena flexibilidad permite obtener diversos beneficios, ya sea vinculados a un mejor y mayor rendimiento, así como a menor riesgo de lesiones y mejor recuperación tras el entrenamiento. Por ello, te propongo ganar flexibilidad, pero no sólo haciendo estiramientos.
Los estiramientos son los clásicos ejercicios usados para trabajar la flexibilidad, sin embargo, no sólo mediante su ejecución podemos desarrollar la misma, sino que hay otros factores que inciden en su desarrollo y que debemos considerar si queremos volvernos más flexibles.
Así, debemos tener en cuenta:
- La actividad muscular, pues la inactividad física por largo tiempo restringe la flexibilidad notablemente. Por ello, una persona que realiza estiramientos pero es físicamente sedentaria, no podrá ser flexible como aquella persona activa físicamente.
- Fuerza muscular que permite que el músculo tenga suficiente elasticidad. Sin suficiente fuerza muscular el movimiento podría restringirse, sin llegar a su máxima amplitud.
- Coordinación intermuscular que no es otra cosa que la posibilidad de que diferentes músculos actúen en conjunto y de forma ordenada para producir un movimiento en su mayor expresión. Si un músculo no ayuda, opone resistencia pudiendo reducir la movilidad y flexibilidad.
- Grasa corporal, pues un exceso de grasa corporal puede limitar el rango de movimiento y así, disminuir la flexibilidad.
Entonces recuerda que puedes ganar flexibilidad no sólo haciendo estiramientos sino también, trabajando tus músculos, volviéndote más activo y haciendo otras actividades como yoga, pilates u otras.