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domingo, 12 de octubre de 2014

HIPERTENSIÓN Y DEPORTE

Para los pacientes con hipertensión es muy importante practicar deporte regularmente por dos motivos. El primero es que el ejercicio ayuda a mantener su peso bajo. Moverse previene la obesidad, una de las causas principales de la hipertensión. El segundo motivo es que la adaptación cardiovascular mejora con ejercicios regulares de resistencia, y se produce una reducción de la presión arterial en un estado de estrés y reposo.
Por este motivo es importante practicar regularmente deportes de resistencia moderados, que principalmente activan el corazón y el sistema circulatorio. No obstante, son inadecuados las artes marciales y los deportes de mucho esfuerzo, ya que pueden producir sobrecarga debido a los picos de presión arterial.
Qué hay que tener en cuenta: 
• En primer lugar debe realizarse un examen médico para responder a las siguientes preguntas: ¿Qué deportes son adecuados para cada persona? ¿Cuánto esfuerzo puede hacer una persona (ECG de esfuerzo)?
• En el caso de una presión arterial superior a 200/120 mmHg en estado de reposo, deben evitarse los deportes sin consultar al médico en cualquier caso.
• Es la cantidad lo que cuenta. Deben realizarse semanalmente de 3-4 sesiones de 30-60 minutos de duración. La intensidad de entrenamiento sólo debe incrementarse lentamente.
• Durante el entrenamiento debe examinarse el pulso con un pulsómetro y hacer una pausa cuando sea pertinente. (Valor orientativo: pulso durante el entrenamiento = 180 – edad)
• El entrenamiento debe comenzar con un calentamiento y después del ejercicio, finalizar gradualmente.

Incluso los no entusiastas del deporte, no deben pasar sin actividad física. Existen maneras simples de mantenerse en movimiento:

• subir escaleras en lugar de coger el ascensor
• ir en bicicleta en lugar de coger el autobús
• pasear periódicamente

Como norma básica cabe decir que los deportes y las actividades físicas sólo constituyen una ergoterapia antihipertensora si están programados, estructurados, divididos en fases y se practican permanentemente. En estas condiciones no solo se reduce la presión arterial, sino que también se obtienen una serie de efectos positivos para el modelo patológico, los factores de riesgo y las complicaciones. Además, los pacientes hipertensos obtienen un mejor rendimiento y calidad de vida.

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