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viernes, 13 de abril de 2012

DEPORTE Y RENDIMIENTO ACADÉMICO


Según un estudio realizado por científicos de la Universidad de Illinois, la actividad física aumenta la capacidad de atención de los estudiantes y, por tanto, mejora su rendimiento académico.

Charles Hillman director del Laboratorio de Quinesiología Neurocognitiva de Illinois dijo que el objetivo de la investigación había sido comprobar si una sola sesión intensa de ejercicio moderado (caminar) podía tener beneficios para la función cognitiva. Esto se había investigado previamente con adultos y ancianos, pero nunca con niños.

Mediciones con electrodos 

En las pruebas participaron un total de 20 niños de nueve años de edad. Todos fueron sometidos a series de tests de discriminación de estímulos, para evaluar su control inhibidor. 

Uno de los días, los estudiantes hicieron estos tests tras un periodo de descanso de 20 minutos; y otro de los días los realizaron tras andar durante 20 minutos sobre una cinta para caminar. 

Después de ambos periodos, a los participantes se les presentaron estímulos congruentes e incongruentes en una pantalla, y se les pidió que pulsaran un botón cuando vieran estímulos incongruentes. 

Se les colocó asimismo, en la cabeza, un dispositivo con electrodos, con los que se midió su actividad electroencefalográfica (la actividad bioeléctrica cerebral) mientras ellos realizaban estas pruebas.

Así, se descubrió que, después de andar durante un rato, los niños rendían mejor en las tareas de discriminación de estímulos, especialmente en los tests más difíciles. 

Mayor rendimiento en comprensión lectora 

Una segunda parte del experimento fue desarrollada con un test de logros académicos, en un intento de emular el aprendizaje real de los niños en clase. Esta prueba sirvió para medir el rendimiento de los pequeños en tres áreas: lectura, ortografía y matemáticas. 

Los resultados fueron los mismos: mejores rendimientos en los tests, tras el ejercicio físico que tras el descanso. La comprensión lectora fue la tarea que más beneficios obtuvo. 

Hillman explica que no entiende del todo porqué la mejora del rendimiento de los niños en ortografía y matemáticas no fue tan espectacular tras el ejercicio como la de la lectura, pero sospecha que estos resultados podrían estar relacionados con el diseño del experimento: la prueba de comprensión lectora fue la primera que se realizó tras caminar por la cinta, por lo que, tal vez, pasó demasiado tiempo entre la gimnasia y el resto de las pruebas.

Mejora de las habilidades cognitivas a cualquier edad 

Hillman y sus colaboradores pusieron en marcha otro proyecto en que se puso a prueba otra forma de hacer ejercicio más extendida entre los niños que la cinta de caminar: el videojuego 
Wii Fit, que es un ejemplo de juego y ejercicio físico a la vez, para obtener resultados aún más realistas. 

De cualquier forma, los investigadores señalan que los datos ya obtenidos deberían tenerse en cuenta a la hora de hacer cambios útiles en las programaciones escolares. Modificaciones sencillas de integrar podrían tener un efecto muy positivo en el rendimiento de los alumnos, señalan. 

Por ejemplo, recomiendan que la asignatura de educación física cuente con 150 minutos por semana en el nivel elemental, y con 225 minutos semanales en secundaria, y que se anime a los profesores a integrar la actividad física en la enseñanza. 

Esta investigación, explicada por extenso en la revista 
Neuroscience, coincide en parte con los resultados obtenidos en otro estudio realizado recientemente por investigadores de la Universidad de Illinois y de la Universidad de Pittsburg, en el que se descubrió que el ejercicio físico también tiene efectos positivos en las habilidades cognitivas, en este caso de las personas mayores. 

Gracias a dicha investigación se supo que los ancianos que están físicamente en forma tienden a tener más grande el hipocampo y una memoria espacial mejor que aquellas personas que no están en forma. 

El hipocampo es una parte del cerebro situada en el lóbulo temporal, que forma una parte del sistema límbico y participa en la memoria y en la orientación espacial. Según el estudio realizado por los científicos, el tamaño del hipocampo en las personas mayores en buena forma física explicaría el 40% de su ventaja en memoria espacial con respecto a otras personas.

¿Te parece poco? Pues hay más: El ejercicio físico es bueno para mantener una buena memoria.  Además, también ayuda a combatir el insomnio y se ha probado que dormir mejor también ayuda a mejorar las calificaciones en el colegio. 

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