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sábado, 11 de enero de 2014

3 TRUCOS PARA PERDER GRASA MÁS RÁPIDAMENTE

Lo estás haciendo todo bien: has eliminado la comida basura, haces trabajo de cardio, pero la grasa de tu cintura parece que ha decidido no abandonarte. Bien, retrasa un poco más esa lipo y escucha estos consejos.

Truco 1: Controla lo que comes antes de irte a la cama

¿Qué comiste ayer antes de acostarte? ¿Qué vas a comer hoy antes de irte a la cama?
Esto es importante ya que lo que comas las dos horas antes de irte a la cama tiene un gran impacto a la hora de perder grasa.

La regla es esta: Come para lo que vayas a hacer

La mayoría de nosotros después de cenar pasamos a un estado sedentario y de relajación. Por esa razón no debemos comer la típica comida de bodybuiling. En lugar de eso, tenemos que comer en función de lo que vayamos a hacer: no movernos casi nada.
Más concretamente, debes reducir tus hidratos de carbono drásticamente. Recuerda, los carbohidratos actúan en trabajo de alta intensidad. Y hoy por hoy todavía no hay evidencias de dormir a alta intensidad.
Por otro lado, la grasa se convierte en el primer recurso energético a medida que la intensidad del ejercicio disminuye. En resumen, mientras duermes estás quemando grasa (no os hagáis ilusiones porque aunque suene bien, las calorías que se queman son ínfimas)
Cuando hablo de reducir la ingesta de hidratos, no hablo de eliminarlos. Puedes cenar verduras sin problemas.

Truco 2: Trabajo mañanero sin hidratos

Esto se conoce como entrenamiento en ayunas y hay que tenerle mucho respeto.
Imagina que acabas de desayunar un tazón de cereales y has decidido salir a hacer algo de cardio. El problema es que la energía que va a demandar el ejercicio va a ser proporcionada por los hidratos de esos cereales. Si lo que queremos es perder peso, no nos interesa que el cuerpo utilice lo que acabamos de comer, sino lo que tenemos en el cuerpo.

¿Entonces cómo hacemos que sea la grasa la que se quema?

Después de dormir, el azúcar de la sangre y el glucógeno del hígado son casi nulos. Así que el cuerpo se ve forzado a quemar grasa para producir energía.
El entrenamiento en ayunas aumenta los niveles de la hormona quemagrasas norepinefrina. Por eso los bodybuilders llevan años haciendo este tipo de entrenamiento con muy buenos resultados.
Pero esta estrategia no es del todo perfecta.
Además de quemar la grasa como recurso energético, también va a movilizar las proteínas para saciar la demanda de energía. Esas proteínas las llamará de los aminoácidos (leucina, isoleucina y valina) de los músculos. Eso no es bueno si quieres estar como un toro.

Truco 3: Come hasta llenar tus músculos, no tu hígado

Tienes que comer hidratos para llenar el glucógeno de tus músculos para un desarrollo y crecimiento óptimo. Intentar construir músculo sin hidratos es como conducir con neumáticos sin aire. Se puede hacer, pero tardarás mucho más en llegar a tu destino.
Vamos a ver algo de teoría. Hay tres tipos de monosacáridos buenos para nuestro cuerpo: glucosa, fructos y galactosa.
La glucosa es la favorita del organismo. Una vez en el cuerpo, la glucosa se utiliza como energía, se almacena como glucógeno, o se transforma en grasa. Por eso es importante no consumir tantos hidratos como para que se tengan que transformar en grasa. Debemos consumirlos únicamente para que repongan el glucógeno muscular que acabamos de gastar con el entrenamiento.
Hablemos de la fructosa….. la fructosa es rápidamente absorbida y llevada al hígado como glucógeno. Será descompuesta lentamente en función de las necesidades de nuestro cuerpo. ¿Suena bien, no? Pues no. Cuando nuestro hígado esté lleno (y sólo tiene una capacidad de 100 gramos), cualquier molécula de fructosa será transformada en grasa.
Por esa razón vigila que lo que vaya a tu sangre sea glucosa y no fructosa. Aunque también tienes que andarte con ojo con la sacarosa, que se compone por una molécula de fructosa y otra de glucosa.
Otro alimento a tener en cuenta es la fruta. Por ejemplo, una manzana contiene 25 gramos de hidratos, de los cuales 15 son de fructosa. No hablo de suprimir la fruta sino de raducirla a dos piezas al día (aunque me consta que en mucha gente eso no sería reducir).

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