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domingo, 17 de marzo de 2013

TRANSPIRAR, ¿AYUDA A ADELGAZAR?


El agua es una sustancia vital para nuestro organismo. Por medio de ella se llevan a cabo todas las reacciones químicas en el metabolismo de nuestro cuerpo. Cuando realizamos ejercicios, el agua cumple otras funciones tanto en células, órganos, como en músculos.
Al elevarse la temperatura corporal, la sudoración, cumple un rol de enfriamiento en el cual será necesario mantenerse hidratado. A través del sudor el cuerpo pierde sales minerales (cloro, potasio, sodio y magnesio), como también toxinas. Pero el mayor componente perdido es el agua.
 
Mitos
Es habitual la creencia de muchas personas: “Cuanto más transpiro, más adelgazo”. Esto es FALSO.
Transpirar es un mecanismo que posee el cuerpo, para eliminar el exceso de calor. Si realizamos actividad física en situaciones de alta temperatura y humedad, la transpiración aumenta y, en consecuencia, también las necesidades hídricas.
Transpirar más no significa obtener mejores resultados, o bajar esos kilos de más, de hecho, seguramente tengas menores resultados en relación a una persona bien hidratada.
Al perder agua tu corazón tendrá que latir más rápido para llevar los nutrientes y oxígeno necesario hacia tus músculos; al elevar tu frecuencia cardiaca, se elevará también tu presión arterial, sumado a la elevación de la temperatura, el riesgo que corres es muy alto.
Si tu objetivo es perder peso, lo menos recomendable será vestir demasiada ropa, porque te impedirá tener una adecuada transpiración. Al incrementar la temperatura, tu cuerpo dejará de quemar grasas (que es lo que deseas), ya que tu metabolismo se defenderá tomando glucógeno, por ser la fuente de energía más cercana. Un cuerpo con menor temperatura durante el ejercicio quema grasas, así que ¡puedes sudar!, pero hazlo de manera natural y con la ropa adecuada.
Tener sed en el ejercicio es síntoma de primeros grados de deshidratación, si continuas el ejercicio y no ingieres agua, sobrevendrán los mareos, calambres, pérdida de concentración y posibles desmayos. Por eso a las clases se debe llevar agua. La misma deberá estar fría, para favorecer su absorción, que se aconseja ser ingerida en pequeños sorbos cada 10 minutos.
 
Que recursos NO utilizar. Sus consecuencias
Elementos plásticos en el cuerpo u otros recursos, como utilizar abrigo durante la actividad física o realizar ejercicio en situaciones de alta temperatura, para aumentar la sudoración, no sólo no ayudan a adelgazar, sino que dificultan la eliminación de toxinas mediante la transpiración normal. Además de favorecer a la deshidratación. La deshidratación, provoca, entre otras cosas, una disminución grave de regulación de la temperatura corporal. Algunos signos de deshidratación son: descenso del rendimiento físico, sequedad en la boca, dolores de cabeza y desconcentración.
 
¿Que debemos hacer para contribuir al adelgazamiento?
Lo que ayuda a eliminar grasas, además de un correcto tratamiento que incluya una consulta médica, un régimen nutricional proporcionado por un médico y tomar agua, es la práctica de actividades aeróbicas: ejercicios de baja intensidad y una duración de 40 a 60 minutos. Ejemplos: caminar, jugar golf, nadar, realizar gimnasia acuática, trotar a velocidad lenta; bailar. Eso si: sin aumentar la ingesta calórica.
Si usted ingiere más cantidad de calorías con la dieta diaria (proporcionada por la cantidad o calidad de alimentos) excusándose en el hecho de realizar actividad física, es muy probable que no adelgace sino que mantenga su peso. Dependiendo del exceso, posiblemente también pueda aumentarlo.

El bajar, mantener o subir de peso está relacionado con la cantidad de calorías consumidas y las utilizadas, acrecentándose el gasto calórico con el ejercicio físico.
El realizar actividad física aeróbica le aportará múltiples beneficios:
  • Se sentirá más joven y con más energía, lo que se traducirá en entusiasmo y alegría.
  • Favorecerá la relación social con los demás
  • Mejorara el sueño nocturno
  • Mejorará su circulación sanguínea.
  • Contribuirá a bajar los niveles de colesterol en sangre, reduciendo el riesgo de ataque cardíaco.
  • Aumentará su capacidad respiratoria y disminuirá la fatiga.
  • Sus músculos se tonificarán.
  • Podrá bajar de peso y reducir la grasa corporal.
Es muy importante consultar con el médico antes de realizar cualquier actividad física, y por supuesto contar con un profesor de educación física que nos oriente en nuestra elección y realización de la misma.
Laura Montserrat Michi | Coordinadora del Departamento de Educación Física de Adelgozar | Profesora de Educación Física| Instructora en Técnicas de Gimnasia | Instructora de Ritmos | Postgrado de Medicina para la Salud y el Ejercicio, Hospital Italiano

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