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viernes, 11 de abril de 2014

BENEFICIOS DE LA PRÁCTICA DEL PÁDEL

El pádel  es una especialidad deportiva todavía joven (de unas pocas décadas), que recientemente ha despegado con inusitada fuerza hasta enganchar a su práctica a muchas personas de muy diversa condición.
Si bien su similitud con el tenis  es elevada, las menores dimensiones de las pistas de juego del pádel requieren mayor agilidad y una capacidad de reacción superior. Como la práctica de cualquier deporte, los beneficios de la práctica del pádel para la salud son numerosos.

Ventajas de la práctica asidua del pádel

El pádel, deporte de fácil aprendizaje, representa un ejercicio aeróbico cuya práctica no exige desplegar un sobreesfuerzo con el cuerpo, admitiendo adaptar el ritmo de juego a las prestaciones que el jugador puede ofrecer según su estado de forma. El pádel carece de brusquedades debido a la ausencia de contacto y a que los movimientos son bastante controlados, circunstancias que reducen al mínimo el riesgo de lesión.
Pádel: salud y vida social. En la parcela de mejora de la condición física, destaca el hecho de que afina la psicomotricidad, incrementa la agilidad y la capacidad de reacción inmediata a la par que tonifica el organismo. Por la intensa concentración que demanda el desarrollo del juego, supone una estimulación máxima de los reflejos.
Contribuye a fortalecer muy selectivamente determinados grupos musculares por ser un ejercicio eminentemente muscular. Por ejemplo, en el golpeo de la pelota trabajamos con pectorales, deltoides, bíceps braquial y tríceps, mientras que en el recorrido por la pista entran en acción básicamente cuádriceps y abductores.
El ejercicio del pádel conlleva alto dinamismo e hiperventilación respiratoria que favorecen el intercambio de gases entre el individuo y su entorno atmosférico, por lo que genera una notable estimulación del funcionamiento del sistema cardiovascular exigiendo un ejercicio circulatorio alto que previene accidentes cerebrovasculares. Al margen de ello, incide en el metabolismo de la energía de una forma exotérmica, pues se degradan hasta quinientas calorías por hora de esfuerzo, y contribuye a una liberación de endorfinas con el consiguiente efecto de bienestar general e incluso analgésico que ello comporta.
Adicionalmente a los beneficios de la práctica del pádel de tipo orgánico, se trata de un deporte social que fomenta las relaciones sociales por el hecho de que en su desarrollo son básicos la comunicación y el espíritu colaborativo. Puede resultar muy útil en el terreno psicológico reforzando valores personales como la auto superación, la capacidad de esfuerzo, la madurez y el control emocional para amortiguar las situaciones psíquicamente adversas.
Los principales beneficios de la práctica del pádel para la salud de sus practicantes se resumen en un incremento de la condición física y una optimización del balance energético por el consumo de calorías.
Al margen de ello, se ha consolidado como un deporte de una implicación fuertemente social, dada la proliferación de clubes que sirven de plataforma para la gestación de amistades en torno a la práctica de este bello deporte.

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