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domingo, 10 de enero de 2016

LA PÁJARA DEPORTIVA, QUE ES Y CÓMO EVITARLA


Si nunca te ha entrado una pájara, es probable que no sepas de lo que te estamos hablando. Deportivamente hablando, una pájara no es más que un deterioro físico que se produce después de realizar un elevado esfuerzo. Corredores,  ciclistas, o personas con poca preparación físicas son los que más las sufren, aunque no son los únicos; en verano, y con las elevadas temperaturas, cualquiera puede sufrir la temida pájara. Descubre de qué se trata y cómo evitarla.
La pájara deportiva

¿Qué nos ocurre cuando nos entra una pájara?

Normalmente las pájaras aparecen cuando llevamos nuestro cuerpo al límite, ya que se trata de un agotamiento excesivo. En esos momentos, te sientes tan mal que apenas puedes moverte. Esto se debe a que nuestro cuerpo se queda sin “gasolina”, sin energía suficiente para seguir con lo que estamos haciendo.
Es un proceso que afecta a cuerpo y mente; nuestro cuerpo se queda sin glucógeno al agotar todas nuestras reservas (cuyas reservas se encuentran en el hígado y los músculos), y nuestra mente se niega a continuar, todos los estímulos del mismo van encaminados a detener nuestro cuerpo. Uno de los primeros síntomas es que nuestra vista se nubla, e incluso en ocasiones, podemos sufrir también mareos y alucinaciones.

Dos clases de pájaras.

Las pájaras pueden aparecer o por falta de alimento, o por falta de líquido.
  • Falta de alimento: Si no nos alimentamos de forma adecuada, la pájara aparece simplemente porque el cuerpo se queda sin energía, tal y como hemos comentado. Es por esto que si practicas deporte, no se recomienda hacer dieta en verano, ya que al perder peso, también perdemos fuerza.
  • Falta de líquidos. Si no nos hidratamos correctamente, la pájara aparece en forma de mareos o pérdida de conocimiento. Probablemente esta es la pájara más peligrosa de todas.

¿Cómo prevenir la temida pájara?

Es muy importante que, para prevenir este agotamiento, tengamos en cuenta 3 recomendaciones importantes:
  • Reducir la intensidad del ejercicio: Si estamos corriendo, debemos detenernos poco a poco, caminar y, si es preciso, sentarnos y tomar aire. De esta forma reduciremos el consumo de energía y evitaremos las reservas de glucógenos.
  • Consumir bebidas o carbohidratos durante la actividad física. Hidratarnos es muy importante, y esta hidratación debe ser mayor cuanto mayor sea el esfuerzo exigido.
  • Otra vez los carbohidratos: Si sabemos que determinado día tenemos una carrera o tenemos previsto realizar un entrenamiento exigente, alimentarnos con carbohidratos  2 o 3 días antes nos ayudará a evitar esta pájara.
Como veis, de nuevo una correcta alimentación, hidratarse y conocer y escuchar nuestro cuerpo son las claves para disfrutar de una actividad física plena.

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