Realizar una actividad física nada más levantarse nos permite regular la frecuencia cardiaca, acelera la eliminación de líquidos y mejora nuestro humor. "Levantarse temprano
para entrenar nuestro cuerpo tiene muchos beneficios para la salud y la mente".
No cabe duda de que cualquier hora es buena para entrenarse, siempre que haya una constancia. Sin embargo practicar deporte a primera hora de la mañana tiene innumerables beneficios. Y es que el ejercicio incrementa de forma considerable nuestra calidad de vida, pero, en muchas ocasiones, surgen imprevistos que suelen alterar nuestras rutinas de actividad física.
"Es muy importante no interrumpir el programa diario de entrenamiento, porque luego cuesta mucho trabajo volver a adquirir la rutina". Para evitar que esto ocurra, Carlos Bernardos recomienda "practicar deporte a primera hora de la mañana", el momento ideal para dedicarnos un tiempo diario a nosotros mismos.
Siente los beneficios de entrar a primera hora
Que el ejercicio resulta beneficioso para nuestro cuerpo y mente es algo que no admite discusión. Sin embargo, nada más salir el sol, los beneficios del deporte se multiplican, y se nos presenta la opción de sacar más partido al esfuerzo físico realizado.
- Despídete de los imprevistos
¿Cuántas veces tenías pensado ir al gimnasio por la tarde y has terminado sentado en una terraza? ¿Quieres practicar deporte pero el trabajo o tus obligaciones siempre se interponen? "Una de las grandes ventajas de entrenar a primera hora del día es que estos imprevistos no se dan". Cuando nos planteamos despertarnos un poco antes cada día para ir a correr o salir a andar logramos una continuidad en nuestro programa de actividad física. ¡Asegura tu plan de entrenamiento!
La actividad física mejora el humor debido a la producción de endorfinas. Carlos Bernardos explica que "las endorfinas son péptidos, unas moléculas producidas por una pequeña glándula situada en la base del cerebro que se estimula con el ejercicio físico". Las endorfinas permiten inhibir las fibras nerviosas que transmiten el dolor, "producen una disminución de la ansiedad y aumentan la sensación de bienestar".
Iniciar nuestro día con una buena dosis de endorfinas nos hará afrontar nuestro trabajo con una dosis de buen humor ya que los beneficios del ejercicio potencian la actividad mental durante las 10 horas posteriores al entrenamiento.
- Regula el ritmo circadiano
El ritmo circadiano es el que regula el ciclo sueño-vigilia que se repite constantemente en nuestra vida. "El ejercicio nos ayuda a regularlo" para evitar las temidas noches en vela. Carlos Bernardos recomienda no hacer deporte a última hora del día si se tiene dificultad para conciliar el sueño porque "puede provocar una activación de nuestro organismo".
A primera hora del día el sol aún no aprieta y el ejercicio no se hace tan pesado. "La temperatura es muy importante para evitar una insolación o la deshidratación de nuestro cuerpo". Además, el deporte permite tener libre todo el día para estar con tus amigos o cerrar otros planes.
- Acelera la eliminación de líquidos
Debemos adaptar nuestro ejercicio a las necesidades de nuestro organismo. Una práctica deportiva de baja intensidad "ayuda a eliminar los líquidos de la zona facial y reduce las bolsas de los ojos".
Si nuestro objetivo es perder peso, realizar ejercicio aeróbico al empezar el día genera un mayor consumo de grasas y si nuestro objetivo es mejorar la fuerza, será más eficaz buscar un hueco en las horas centrales del día.
Consejos para lograr nuestro objetivo con el entrenamiento matutino
Aunque la práctica deportiva a primera hora tiene muchos beneficios, es necesario seguir estos consejos para no poner en riesgo nuestra salud y para obtener los beneficios lo más rápido posible.
- Desayunamos antes de entrenar
Según el ejercicio que vayamos a realizar moderamos nuestra ingesta calórica. Si es una actividad ligera, un pequeño tentempié nos servirá para asegurar los niveles mínimos de glucosa en sangre necesarios. Y si se trata de un entrenamientos más exigente e intenso, nuestro desayuno debe ser más vigoroso para que nos aporte las energías suficientes.
- Tomarnos algo después de entrar
Es importante que adaptemos nuestro tentempié al ejercicio que hayamos realizado.
- Establecer nuestra rutina
Programamos la hora de levantarnos, el aseo, el desayuno y el ejercicio. Una buena planificación garantiza que podamos cumplir con nuestro objetivo sin agobiarnos.
- Dejar preparado el material
Antes de meternos en la cama a descansar debemos dejar todo preparado para el día siguiente (la bolsa, la ropa, el pulsómetro o las zapatillas). Esta previsión evitará que sintamos pereza cuando suene el despertador.
Por último, recordar los tres pilares básicos para mantenernos en una forma física óptima: entrenar bien, seguir una dieta sana y equilibrada, y descansar lo suficiente.
Carlos Bernardos
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