Uno de los propósitos más importantes que solemos hacer todos es acudir al gimnasio para mejorar nuestra salud y perder esos kilos que nos sobra. Para muchas personas esto supone la primera incursión en el mundo de la actividad deportiva desde hace años o por primera vez en su vida, por ello es necesario que acudamos a entrenar con todos los deberes hechos. La prueba del esfuerzo es uno de estos deberes que tenemos que llevar a cabo, y por ello queremos recomendarla para saber hasta dónde podremos llegar y afrontar con total normalidad el ejercicio.
Muchas personas que llevan una vida sedentaria y notan que su salud no es la adecuada se apuntan a un gimnasio con la entrada del nuevo año. Estas personas en muchos casos pueden tener sin saberlo problemas de circulación o cardiacos que se pueden acentuar y agravar con el ejercicio. Por este motivo es esencial que acudamos a un especialista y sepamos nuestro estado tanto pulmonar como circulatorio, ya que no podemos poner en riesgo nuestra salud por pasarnos a la hora de hacer deporte. Es cierto que el deporte es esencial para mantenernos jóvenes y con buena salud, pero en exceso, si nuestro cuerpo no está preparado, puede ser muy perjudicial.
La prueba de esfuerzo es un sencillo test que sobre todo en las personas que nunca han practicado deporte les servirá de gran ayuda y guía a la hora de saber hasta dónde pueden llegar con los entrenamientos. Se trata de un test en el que se miden las constantes vitales y los niveles de los diferentes elementos presentes en la sangre para delimitar un esquema de cómo está nuestra circulación, nuestra respiración y el resto de las constantes vitales. Simplemente será un momento donde nos expondremos a un análisis y nos servirá para delimitar el tipo de entrenamiento que vamos a seguir, ya que no todos nosotros podemos ponernos a correr y practicar deporte como si se tratara de algo aleatorio, pues lo ideal es realizar un ejercicio que se adapte a nuestras cualidades.
Este tipo de pruebas de esfuerzo son recomendables para todas las personas que practican ejercicio de manera habitual, sobre todo para aquellas que tienen una alta actividad aeróbica. Pero sobre todo es necesario que los que se incorporen a la práctica deportiva sin haber hecho nada anteriormente realicen este tipo de pruebas para evitar riesgos por los excesos innecesarios. Es cierto que poco a poco las constantes irán variando y mejorando con la práctica deportiva, por ello la importancia de repetir la prueba de esfuerzo pasado un tiempo para ver como evolucionamos.
Este tipo de pruebas nos las debe realizar un profesional, que bien puede ser un médico, o un especialista que el propio centro de entrenamiento pone a nuestra disposición, ya que muchos gimnasios incluyen este servicio que para muchos de sus clientes es esencial y representa un valor añadido a las instalaciones del centro.