Beber agua acelera la recuperación
Se sabe que beber agua acelera la reactivación parasimpática post-ejercicio de moderada intensidad. Las razones no están claras, pero es posible que receptores en boca y faringe primariamente vinculados a la sensación de sed, tengan algún protagonismo. Recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Pecanha y col, 2014; Int J Sport Nutr Exerc Metab 25-mar) en el que los autores valoraron los efectos de la ingesta de agua después de un ejercicio de alta intensidad sobre la recuperación parasimpática. Después de completar 30 min de ejercicio al 80% FCmax en cicloergometro los sujetos o bien bebieron agua o bien no bebieron nada. Se evaluaron distintos indicadores de recuperación de la frecuencia cardiaca y de activación simpática y parasimpática (mediante variabilidad de la frecuencia cardiaca). Los resultados mostraron mayores valores de recuperación de la frecuencia cardiaca al minuto post-ejercicio, y una mayor activación parasimpática en el grupo que bebió agua, respecto al control. Los autores sugieren un importante efecto cardio-protector de beber agua después de finalizar el ejercicio.
Como he comentado en distintas ocasiones la recuperación post-ejercicio es una de las áreas más complicadas de la fisiología del ejercicio. Este estudio es un ejemplo de ello. Que beber agua provoque como respuesta inmediata una reactivación vagal más acelerada puede ser interesante para pacientes con riesgo de arritmias al finalizar las pruebas de esfuerzo como elemento preventivo. En cualquier caso, las reacciones vagales intensas se han descrito con anterioridad en personas susceptibles al beber agua fría, llegando incluso a perder el conocimiento.
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