El no tener los niveles adecuados de vitamina D se ha asociado claramente y desde hace ya tiempo con que el organismo no fije el calcio en los huesos, pero lo que quizá no sepas es que puede dar lugar a muchos más problemas. Se ha demostrado también que su carencia predispone a sufrir síndrome metabólico, que es la combinación de colesterol, diabetes, obesidad e hipertensión, e incluso puede dar lugar a otros síntomas tales como la irritabilidad, el insomnio o dificultad para conciliar el sueño, los dolores musculares, problemas estomacales y defensas bajas.
Cómo conseguirla
Por todo lo comentado, es muy importante conseguir vitamina D suficiente para tener los niveles adecuados, y los dos medios principales para ello son o bien comer ciertos alimentos o que los produzca el propio cuerpo tras la exposición a los rayos solares:- Tomando el sol: los rayos ultravioleta ponen en marcha el proceso por el que se sintetiza esta vitamina en la piel. Los médicos recomiendan tomarlo tres veces por semana, entre diez y quince minutos, y siempre es importante evitar quemarnos.
- Dieta rica en vitamina D: los expertos aconsejan tomar aproximadamente 400 UI (unidades internacionales) diarias para evitar un déficit de la misma que pueda acarrear problemas. Son recomendables pescados como el salmón (360 UI por 100 gramos), la sardina (332 UI por cada 100 gramos), o la yema de huevo (25 UI por unidad), aunque también existen lácteos y cereales enriquecidos con vitamina D.
Por último, decir que hay grupos de edad en los que hay que llevar especial cuidado con este tema, como son los niños, adolescentes, mujeres en la menopausia y ancianos. Se trata principalmente de edades en las que los huesos necesitan un extra de calcio, y vitamina D que ayude a asimilarlo.
Pablo Pérez Grau
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