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miércoles, 26 de febrero de 2014

FACTORES A TENER EN CUENTA AL ENTRENAR EN LA CINTA


Correr en cintaNo falla. Llega el frío y con él las ganas de entrenar en interior. Los corredores estamos acostumbrados a soportar las inclemencias del tiempo (lluvias, bajas temperaturas…), pero siempre surge el momento en el que nos planteamos hacer un primer entreno en el tapiz rodante, la cinta de correr.
En principio la idea parece muy buena y no ofrece dudas. A cubierto se sufre menos y en definitiva vamos a correr que es de lo que se trata, pero, aunque no lo parezca, existen bastantes diferencias entre correr al aire y hacerlo en la cinta. Vaya por delante que ambas opciones son perfectamente válidas y cada una de ellas tiene sus pros y sus contras.
A continuación os exponemos las principales consideraciones que deben tenerse en cuenta a la hora de correr o entrenar en una cinta.
La mecánica del gesto. La técnica de carrera sobre el tapiz difiere levemente de la empleada en terreno firme. La diferencia fundamental está en que sobre la cinta corremos para no irnos hacia atrás, y no para desplazarnos hacia adelante como ocurre en el suelo. En consecuencia, la longitud de la zancada en la cinta suele acortarse ligeramente, y el trabajo de los isquiotibiales es menor (la cinta desplaza el pie de apoyo hacia atrás y no son únicamente los extensores de la cadera los que trasladan el cuerpo hacia adelante como sucede en la carrera ‘normal’).
El gasto energético. Sobre la cinta la inercia está muy reducida, y el consumo de oxígeno suele ser menor a la misma velocidad. Además, en el tapiz no tenemos que vencer la resistencia que el aire ofrece al movimiento, por lo tanto podríamos decir que mantener un ritmo concreto es menos costoso. Por otro lado, es verdad que el rendimiento disminuye con el aumento de temperatura a partir de un número determinado de grados, y en el interior de las salas de fitness o de una casa la temperatura ambiente suele ser suficiente para producir esa pequeña merma en el rendimiento.
El impacto articular. Aunque se presupone que en la cinta hay siempre un menor impacto sobre las articulaciones del tren inferior, esto varía mucho dependiendo de la máquina y de la técnica del corredor. Lo que seguro no es cierto, es que correr en la cinta no pueda provocar lesiones. De hecho no existe evidencia científica al respecto. Para mitigar el impacto articular que supone correr en la cinta es frecuente introducir algún grado de inclinación en la misma (esto se usa también en entrenamiento para tratar de igualar la falta de resistencia al avance que supone la ausencia del viento).
Como conclusión podríamos decir que la cinta de correr puede ser un buen complemento en el entrenamiento de cualquier runner, y es muy útil cuando la meteorología nos impide correr al aire libre o queremos hacer un entrenamiento de intervalos sin preocuparnos constantemente del ritmo de paso que llevamos. (Cuidado con la calibración de las cintas, en ocasiones no marcan la velocidad real a la que se mueven.)
Dicho esto es importante advertir que entrenar sobre el tapiz rodante no puede en ningún caso sustituir por completo el trabajo de carrera en exterior. Es fundamental entrenar sobre terreno firme y hacer adaptaciones al tipo de suelo que posteriormente vamos a encontrar en nuestras carreras (en el caso de los populares generalmente el asfalto).

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