Prácticamente todos los corredores han tenido que sufrir en alguna ocasión calambres en alguna zona de su cuerpo tras una jornada de ejercicio intenso, tras realizar un gran esfuerzo, movimientos bruscos o incluso, en el caso de una persona sedentaria, después de un día de mucho caminar.
Los calambres se producen por una irrigación sanguínea insuficiente de un músculo, en conjunto con la pérdida de minerales como potasio, calcio y sodio. Se reflejan como contracciones involuntarias muy dolorosas. Casi siempre, antes del calambre, se genera un movimiento involuntario del músculo, que funciona como una clase de advertencia. Esta señal implica la excitación excesiva de las terminales nerviosas. Acto seguido aparece el calambre. Su aparición suele darse durante un entrenamiento muy riguroso o intenso o en las carreras de fondo ya que los músculos fatigados son más propensos a sufrir estas contracciones musculares.
Lo primero que hay que hacer, si es muy intenso, es detener la actividad que se está realizando. Después, es convenientoe estirar el músculo y masajear con intensidad para hacer que la tensión desaparezca o disminuya. También funciona apretar con fuerza la zona acalambrada, aunque es clave no pellizcar la piel. Una vez que la tensión cede, se debe poner la extremidad en movimiento para que el músculo trabaje, siempre con suavidad, para así prevenir que el malestar vuelva a surgir.
Finalmente, es bueno mojar con agua fría el lugar acalambrado y cabe destacar que no son necesarias cremas especiales ni analgésicos.
¿Cómo evitar los calambres?
- Realizar un buen entrenamiento.
- Estar abrigado ante bajas temperaturas y bien fresco cuando es alta.
- Consumir la cantidad adecuada de líquidos para prevenir la deshidratación.
- Elegir alimentos salados o ricos en sodio antes, durante y después del ejercicio.
- Evitar el agotamiento de los hidratos de carbono por la falta de consumo de carbohidratos antes del entrenamiento y, también durante el entrenamiento si éste es superior a 60-90 minutos.
- Estar abrigado ante bajas temperaturas y bien fresco cuando es alta.
- Consumir la cantidad adecuada de líquidos para prevenir la deshidratación.
- Elegir alimentos salados o ricos en sodio antes, durante y después del ejercicio.
- Evitar el agotamiento de los hidratos de carbono por la falta de consumo de carbohidratos antes del entrenamiento y, también durante el entrenamiento si éste es superior a 60-90 minutos.
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