A primeros de año aumenta el número de corredores. Descubre cómo ser constante el resto del año.
Salir a correr, hacer footing o running —cada uno que elija la terminología que más le suste— se está convirtiendo en una de las actividades deportivas más practicadas en la actualidad. Con el comienzo del año nuevo, siempre aumenta el número de corredores como resultado de los «firmes» propósitos realizados a comienzo de año con el objetivo de tener una vida más sana o perder esos kilos de más.
La libertad de horarios, lo económico de su práctica, la sensación de realizar deporte al aire libre y los rápidos resultados en la mejora de la salud física, son algunas de sus bazas. Sin embargo, hay personas que comienzan con muchas ganas y al poco tiempo abandonan. ¿Por qué?
Según Agustín Rubio, director del curso de iniciación al running deRunning Company, uno de los mayores problemas de los principiantes es la falta de paciencia. «Por lo general, cuando se deciden a correr quieren obtener resultados muy rápidos. Creen que pueden hacer 20 minutos seguidos. Si no cumplen sus expectativas se frustan y abandonan. No se percatan de que el cuerpo humano responde mejor a pequeñas dosis (menos tiempo) y repitiendo más días a la semana. Lo mejor es empezar por hacer un minuto de carrera y dos caminando e ir aumentado en días posteriores según nos pida el cuerpo. Eso sí —advierte— en el entrenamiento no hay que darlo todo. Se aconseja quedarse con un poco de ganas de seguir para favorecer la motivación de volver al día siguiente».
«Los estiramientos deben hacerse todos los días, aunque no se corra»
Otro de los errores que comenten es que empiezan con mucha energía, realizando un gran esfuerzo, lo que provoca fatiga y muchas agujetas en el cuerpo, dejando al corredor varios días casi sin poderse mover por el dolor corporal. «Este comienzo —explica Agustín Rubio— desmoraliza a muchos y piensan que el deporte o el running no está hecho para ellos. Sin embargo, las agujetas deben considerarse como parte del proceso porque el cuerpo se está adaptando a moverse más, se esta desoxidando. Los menos predispuestos deben pensar que al running hay que darle la oportunidad de practicarlo, al menos, un mes, para darse cuenta de sus beneficios».
Un buen hábito para que el cuerpo no sufra es realizar estiramientos todos los días, incluso cuando no se va a correr. Bastan con cinco minutos después de levantarse de la cama para aliviar las tensiones musculares.
«Lo óptimo es inalar aire por la nariz y soltar el aire por la boca»
También es habitual que los principiantes aseguren que no saben respirar. Se debe hacer de manera natural por la nariz o por la boca, «aunque hay teorías que dicen que lo óptimo es inalar por la nariz y soltar el aire por la boca, lo mejor es que cada uno empiece sientiéndose cómodo para no fatigarse y controlar el ritmo cadiaco», explica el director del curso de iniciación al running de Running Company.
Por último, señala que en invierno también es importante hidratarse y beber agua o líquidos para que nuestro cuerpo no sufra.
Resultados rápidos, pero no inmediatos
Hay que ser realista y pensar que, aunque al comienzo suponga un esfuerzo, los resultados —es decir esa pérdida de kilos de más— van a llegar, pero no el primer día. «Practicando running los resultados son rápidos, pero no inmediatos. Al menos hay que correr tres semanas, cinco días a la semana, para notar sus efectos en el cuerpo».
Desde amateur, la red social para compartir experiencias deportivas, añaden que es esencial tener en cuenta una serie de consejos clave para evitar lesiones, practicar de forma correcta este deporte y no sucumbir en el intento.
No decaigas en la primera salida
Si nunca se ha sido aficionado al running, y es la primera vez que uno se sumerge en este mundo, hay que tener en cuenta que puede ser duro. Por eso, lo principal es estar mentalizado y tener muy presente que es posible que las fuerzas flaqueen en la primera salida, y que se pongan excusas para no volver a salir.
Si se espacia mucho entre la primera vez que se va a correr y la siguiente, es muy posible que ya no se vuelva a practicar. Lo ideal es que, si se ha tomado la determinación, que la continuidad sea la prioridad. En cada salida se notará menos esfuerzo y más fuerza, lo que aumentará la motivación y el rendimiento.
Cambia de rutas
Correr no tiene por qué ser aburrido. Precisamente una de las ventajas del running es la variedad que ofrece. Hay miles y miles de kilómetros a disposición del deportista. Lo recomendable es modificar la ruta cada semana, planificar salidas de fin de semana en lugares agradables, como puede ser al lado del mar o en parajes campestres. Hay un sinfín de posibilidades.
Al menor dolor, para
Es primordial realizar estiramientos antes y después de la actividad, con el fin de prevenir lesiones. Si a pesar de ello, a la hora de correr se nota el menor dolor, hay que parar. No conviene «forzar la máquina» ya que lo que puede ser una simple tendinitis, acabe en algo más serio. Por eso, si se observan molestias, es mejor parar, caminar, y dejar un espacio de descanso, para que el cuerpo se recupere.
Correr es gratis, pero las zapatillas no
Muchos se lanzan a la «moda» del running, principalmente porque es un deporte gratuito. Si, lo es, pero es esencial tener en cuenta la importancia del calzado. Nunca se deben utilizar zapatillas que estén ideadas para otras prácticas deportivas, ni zapatillas que sean demasiado económicas. A la larga, se notará, y podrá provocar una lesión. Por eso, lo único en lo que sí que habrá que hacer un pequeño desembolso es en las zapatillas. Tendrán que ser las adecuadas a las necesidades y hábitos del runner.
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